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Nueva promoción de doctoras de la Fundación Carolina

Nueva promoción de doctoras de la Fundación Carolina

En las últimas semanas han defendido la tesis doctoral tres exbecarias de las promociones 2017 y 2021.

En primer lugar, Sayda Angélica Pérez Delgado (Nicaragua), docente de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua – Sede León y exbecaria de doctorado 2017. El 21 de noviembre defendió su tesis del programa de doctorado en Biociencias y Ciencias Agroalimentarias de la Universidad de Córdoba, titulada “Cicatrización en la piel de Trachemys Scripta: efectos de la aplicación tópica de secretoma de células madre mesenquimales y tolerancia a adhesivos quirúrgicos”. Obtuvo un sobresaliente, a la espera de confirmación sobre la mención cum laude.

De la misma promoción, la profesora de la Universidad Simón Bolívar (Barranquilla, Colombia), Ingrith Dayana Rodríguez Gutiérrez, es doctora por la Universidad Politécnica de Valencia desde el 7 de noviembre. Su tesis, del programa de doctorado en Desarrollo Local y Cooperación Internacional, sobre “La innovación en la gestión del patrimonio cultural inmaterial: Los carnavales de Barranquilla y del Atlántico” fue calificada con sobresaliente cum laude.

De Uruguay y procedente de la Universidad de la República, la exbecaria de doctorado 2021 Tatiana Rimbaud Blengini se doctoró el 8 de noviembre por la Universidad Politécnica de Catalunya, en el programa de doctorado en Teoría e Historia de la Arquitectura. La tesis, titulada “Poetas de la arquitectura en Uruguay. Construcciones para la nueva nación, 1894-1914”, obtuvo la calificación de excelente.

Por el momento se han doctorado 28 personas (82,4% de las 34 becas concedidas) del programa doctorado 2017. En la promoción 2021, que se encuentra en el cuarto año de prórroga, lo han hecho 7 exbecarios/as (21,2%). En el conjunto de las convocatorias 2013 a 2017 han culminado sus estudios hasta el momento 116 docentes (84,1%).

Las tres nos ofrecen algunas pinceladas en torno a sus tesis y sus experiencias como becarias de la Fundación Carolina:

 

¿Sayda, sobre qué trata la tesis doctoral que has realizado? ¿Por qué elegiste ese tema?

Mi tesis doctoral trata acerca de la cicatrización en la piel de Trachemys scripta y los efectos de la aplicación tópica del secretoma de células madre mesenquimales y tolerancia a adhesivos quirúrgicos.

Este trabajo de tesis, es una continuación de nuestro grupo de investigación; elegí este tema porque al ser veterinaria, tengo mucho interés en la dermatología y en las mascotas no convencionales.

¿Qué significó la obtención de la beca de Fundación Carolina para tu doctorado?

La obtención de la beca de Fundación Carolina significó, en primer lugar, una gran oportunidad para seguir estudiando en una universidad extranjera y de prestigio; además, la parte más bonita ha sido todas las personas que conocí en el camino.

¿Qué importancia tiene tu tesis doctoral con vistas al futuro? ¿Qué impacto social positivo puede tener?

La investigación de mi tesis doctoral tiene una gran importancia porque aparte de haber probado un diseño experimental efectivo para evaluar terapias que promuevan la cicatrización en la piel de reptiles, se logró cultivar y caracterizar por primera vez, células madre mesenquimales de tortugas y además aplicarlas en un trasplante alogénico,  obteniendo resultados alentadores; este hecho,  amplía el campo de investigación  para seguir estudiando estas terapias en otras especies de reptiles sobre todo en aquellas especies amenazadas o en peligro de extinción en las que las heridas son frecuentes. El impacto social radica en que, las heridas de cualquier naturaleza son frecuentes en reptiles, los resultados de mi tesis doctoral, representan una contribución importante en el conocimiento de la cicatrización en general de estos animales y la posibilidad de aplicar terapias con células madre en las diferentes especies de reptiles.

¿Qué cosas sabes ahora que te hubiese gustado saber antes de empezar tu tesis doctoral?

Lo que ahora se y siento, es que, el finalizar este proyecto, te deja una enorme satisfacción y grandes enseñanzas en la vida.  Lo que me hubiera gustado saber y que le diría a todo aquel que está iniciando, es que, el camino es largo, a veces difícil, pero hay que aprovechar cada parte del proceso que es igual de gratificante que el final.

 

¿Ingrith, sobre qué trata la tesis doctoral que has realizado? ¿Por qué elegiste ese tema?

La cultura es un enfoque ampliamente estudiado en las ciencias sociales al integrar las tradiciones y la identidad de un territorio, sin embargo, en las últimas décadas este enfoque ha empezado a ser de mayor interés a nivel académicos y en la política pública ya que representa una alternativa para promover la transformación social, económica y el desarrollo territorial. En este sentido, mi tesis doctoral se centró en la innovación en la gestión del patrimonio cultural inmaterial, en concreto, en los Carnavales de Barranquilla y del Atlántico.

Me centré en este tema buscando profundizar en los procesos de innovación que realizan este tipo de organizaciones culturales en su búsqueda por salvaguardar las tradiciones culturales del territorio y cómo estas manifestaciones culturales representan una oportunidad para el fomento de la cohesión y la movilidad social. Elegí este tema debido a la relevancia social que tiene la cultura en países como Colombia, que sobresale por su riqueza patrimonial, y la innovación como herramienta para el fomento de la sostenibilidad y el desarrollo territorial. El enfoque de mi estudio en la innovación dentro de este campo representa un área poco explorada en los estudios de innovación, lo cual subraya la originalidad y la relevancia de mi investigación.

¿Qué significó la obtención de la beca de Fundación Carolina para tu doctorado?

La beca de la Fundación Carolina no solo financió mi formación, sino que también me proporcionó una plataforma internacional desde la cual logré interactuar con otros estudiantes e investigadores y expandir mi visión académica en el ámbito de la innovación y la cultura.

Obtener la beca de la Fundación Carolina fue un hito crucial en mi carrera académica y personal ya que me permitió dar ese paso de iniciar con mis estudios doctorales y poder vivir la experiencia de estar en el Instituto INGENIO (CSIC – UPV), el cual es unos de los institutos más importantes en el que se estudia la innovación.

¿Qué importancia tiene tu tesis doctoral con vistas al futuro? ¿Qué impacto social positivo puede tener?

Además de la importancia académica asociada a los aportes al campo de la innovación cultural. En la investigación se propone nuevas maneras de pensar la cultura como un motor de cohesión social y desarrollo territorial, al centrarse en la innovación en la gestión del patrimonio cultural inmaterial como una herramienta para promover la sostenibilidad organizacional y cultural velando siempre por la salvaguarda del patrimonio cultural.

Esto tiene el potencial de influir positivamente en políticas culturales y en los procesos de gestión y planificación de las organizaciones culturales. Parte de los aprendizajes que se desprenden del estudio realizado han posibilitado el desarrollo de modelos de evaluación y seguimiento para operadores y entidades territoriales para determinar la asignación de estímulos a la cultura y también para poder definir una hoja de ruta para el fomento de la innovación en organizaciones culturales.

¿Qué cosas sabes ahora que te hubiese gustado saber antes de empezar tu tesis doctoral?

Creo que el paso por el doctorado deja muchos aprendizajes por fuera de lo académico que son para la vida. Entre ellos creo que especialmente aprender que todo plan siempre puede cambiar y que debemos trabajar en esa capacidad y resiliencia para poder adaptarse y continuar.

 

¿Tatiana, sobre qué trata la tesis doctoral que has realizado? ¿Por qué elegiste ese tema?

El estudio aborda, desde la perspectiva de la historia de la arquitectura, el breve y complejo momento del cambio de siglo XIX al XX en el Uruguay y la responsabilidad profesional inherente a la edificación colectiva de las estructuras fundamentales requeridas para el desarrollo y funcionamiento del país. En un contexto caracterizado por el asentamiento tardío en el escenario latinoamericano, Uruguay se enfrentó a la necesidad de erigir prácticamente desde cero todas las infraestructuras indispensables para la configuración del Estado y el progreso nacional. Ante este desafío, el país optó por una estrategia de desarrollo propio, centrándose en la formación profesional propia y canalizando recursos significativos hacia la capacitación de técnicos competentes y cualificados, dispuestos para afrontar con eficacia las exigencias de esta monumental tarea edificatoria.

El objetivo de la tesis es explorar las arquitecturas de fin de siglo en Uruguay y su relación con los procesos de modernización y consolidación del país. Bajo esta premisa se realizaron las denominadas arquitecturas fin de siglo en Uruguay, a cargo de un pequeño grupo de técnicos que emergieron de una formación predominantemente politécnica, instalada en la Facultad de Matemáticas. Este momento tan singular se convirtió en una oportunidad de exploración proyectual y formal de la que resultaron algunas obras muy contundentes.

Decidí este tema por mi interés en la historia de la arquitectura. Desde 2010 me desempeño como docente del Instituto de Historia (IH) de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) de la Universidad de la República de Uruguay. En estos años he constatado que existía un hueco historiográfico en la historia de la arquitectura del Uruguay alrededor del cambio de siglo. Las construcciones de ese momento fueron criticadas de manera feroz u omitidas, lo que ha provocado que muchas de estas obras hayan sido demolidas.

¿Qué significó la obtención de la beca de Fundación Carolina para tu doctorado?

La beca de la Fundación Carolina hizo que todo el Doctorado fuera posible. Si bien el tema de investigación es sobre Uruguay y el programa de doctorado es muy flexible en cuanto a las estancias presenciales, el hecho de poder estar allí, intercambiando con profesores, consultando bibliotecas y archivos especializados y dedicando la atención únicamente a la investigación, hicieron que fuera posible transitar y concluir el doctorado en el tiempo correspondiente.

¿Qué importancia tiene tu tesis doctoral con vistas al futuro? ¿Qué impacto social positivo puede tener?

El trabajo aborda las arquitecturas analizadas como legados, incorporando una mirada sobre la valoración patrimonial. En este sentido, se hace manifiesta la necesidad de la conservación de estas estructuras en el presente, para su apreciación en el futuro. Una necesidad que se hace acuciante ante el cada vez menor número de ejemplos que subsisten. Si bien la desvalorización generalizada ha facilitado procesos de degradación y sustitución que han cargado con incontables ejemplos y transformado barrios enteros, unos pocos ejemplares subsisten de manera estoica. Es posible que para poder protegerlos y conservarlos sea necesario que las instituciones encargadas de la salvaguarda del patrimonio -y tal vez la sociedad toda- asuma como propia la hipótesis del trabajo y reconozca la importancia de la obra finisecular, elaborada por los primeros arquitectos de Uruguay, como un pionero intento de dotar al país con las arquitecturas propias para su instalación como nación. En este sentido, la tesis pone en valor ciertas obras de arquitectura y brinda los contenidos necesarios para que las instituciones de salvaguarda patrimonial puedan protegerlas.

¿Qué cosas sabes ahora que te hubiese gustado saber antes de empezar tu tesis doctoral?

Creo que me hubiese gustado saber que efectivamente era posible. El doctorado es un emprendimiento de largo aliento y enorme sacrificio, en el que muchas veces las presiones laborales y familiares del día a día dificultan la dedicación necesaria. Finalmente, la aventura fue posible, gracias a la colaboración de la familia, los colegas y la fundación. Les deseo a todos la misma confianza colectiva.

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