Envío este mensaje de saludo a la ya muy nutrida comunidad académica y profesional que se ha gestado en torno a la Fundación Carolina desde sus orígenes: las universidades y centros de estudio que se han asociado a la Fundación y acogen y forman a sus becarios; los anteriores becarios, que ya están revirtiendo a la sociedad la formación recibida y con los que seguimos en contacto; el gobierno de España, su Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europa y Cooperación, y las entidades públicas y empresas que nos respaldan desde el Patronato de la Fundación, prestando un entusiasta apoyo institucional y financiero; la Casa de S. M. el Rey y, como no, el equipo profesional de la Fundación en su sede en Madrid, y la Fundación Carolina Colombia y las asociaciones de exbecarios que actúan desde países de Iberoamérica.
A todas y todos, un afectuoso saludo.
Como nuevo director —y puedo hablar también en nombre del nuevo Secretario General y Gerente, Hugo Camacho— es un gran honor y un privilegio poder asumir la dirección de la Fundación Carolina, por el importante acervo y el prestigio acumulado por esta institución.
Ese prestigio se ha ganado a través de una actuación efectiva en el marco de la acción exterior y la diplomacia pública de España. Pero donde la Fundación se ha convertido en una referencia inexcusable es en su actuación como instrumento de la cooperación científica y universitaria y en su contribución a la construcción del Espacio Iberoamericano del Conocimiento y la Educación Superior. Para ello, la Fundación Carolina se ha configurado como experiencia singular de alianza público-privada que contribuye a aunar esfuerzos de universidades y centros de estudios, de las empresas y de las instituciones del Estado.
De su relevancia y prestigio da fe, por ejemplo, el alto número de solicitudes y el alto nivel académico que caracteriza al programa de becas, así como sus buenos resultados, la aceptación del programa internacional de visitantes o de líderes iberoamericanos, o la vibrante actividad de la Red Carolina a través de las redes sociales.
Quiero expresar por ello mi reconocimiento a la labor desarrollada por el personal de la Fundación y las personas que me han precedido en la dirección: Daniel Sada (2000-2003), José María Lassalle (2003-2004), Rosa Conde (2004-2012), y Jesús Andreu (2012-2018).
Mi compromiso como director es, en primer lugar, preservar y ampliar ese importante acervo. Y ello exige, en primer lugar, evitar cualquier atisbo de autocomplacencia. Es necesario un renovado esfuerzo de actualización y puesta al día para que la Fundación Carolina siga siendo relevante para las sociedades iberoamericanas, en particular en lo referido a las demandas para la educación superior, el mundo del trabajo, o los nuevos retos ha de encarar la ciudadanía, las empresas y las políticas públicas, todo ello en el marco de la acción exterior y de la cooperación al desarrollo española.
Dos aspectos, en particular, reclaman nuestra atención. En primer lugar, tanto América Latina y el Caribe como España y la Unión Europea se enfrentan a cambios sociales y económicos profundos, ante un mundo en transformación y una globalización en crisis o sometida a tensiones. El mundo no es el que solía ser. Al ascenso de nuevas fuerzas y actores políticos, que ponen en cuestión el orden internacional y suponen nuevos riesgos geopolíticos, se suma una acelerada revolución tecnológica que comporta tanto riesgos como oportunidades para la cohesión social y, y exige una actualización del contrato social en el que se sustentan las sociedades iberoamericanas. Ello nos exige reflexión y análisis, un mejor conocimiento mutuo, y una renovación de nuestros vínculos y formas de asociación. La Fundación Carolina, en esta etapa, ha de sumar esfuerzos con las universidades y centros de pensamiento que están aportando conocimiento relevante para afrontar esos cambios.
El segundo aspecto a destacar se refiere a nuestra respuesta ante ese escenario de cambios. Tenemos ya una guía para la acción, que es la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible. Esta Agenda no nos es ajena, e interpela de manera directa al mandato de la Fundación Carolina. Se trata de una verdadera narrativa de progreso global, y aporta una visión universalista y a la vez respetuosa de la diversidad, que nos permite renovar nuestro compromiso con el ser humano y el bien común frente a discursos particularistas y excluyentes, movilizando la acción colectiva a través de sus metas, agrupadas como las cinco “P”: personas, planeta, prosperidad, paz y políticas responsables, y partenariados. Tanto las administraciones como las empresas que están presentes en nuestro Patronato están haciendo esfuerzos por incorporar esa Agenda, y la Fundación Carolina también ha de reajustar su actuación para sumarse a ese propósito desde su mandato y singularidad.
No quiero terminar sin agradecer, en nombre propio y en el del nuevo Secretario General, Hugo Camacho, el apoyo y la confianza depositadas en estos nombramientos por parte del Presidente del Patronato de la Fundación Carolina y Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez; del Ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Josep Borrell; del Secretario de Estado para la Cooperación Internacional y para Iberoamérica y el caribe, Juan Pablo de Laiglesia; así como de todas las personalidades que integran el Patronato. Estoy también convencido de que en esta nueva etapa seguiremos contando con el trabajo entusiasta del personal de la Fundación, y que encontraremos la colaboración y el respaldo que hasta ahora hemos tenido por parte de todas las instituciones y entidades que nos apoyan.
De nuevo, muchas gracias a todas y todos, y nos tienen a su disposición.
José Antonio Sanahuja
Director