Iberdrola es una de las empresas de nuestro patronato que ha incorporado a su estrategia y estatutos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030. Asumidos estos objetivos como compromiso irrevocable, están convencidos de que su cumplimiento implica también una oportunidad para el sector privado, frente al que se abren nuevos modelos de negocio.
Para poder aprovechar las oportunidades de un desarrollo sostenible, en Iberdrola creen que, en primer lugar, es necesario comprender que no todas las compañías pueden adoptar compromisos de máximos con cada uno de los 17 objetivos. Cada empresa debe detectar cuáles son sus ODS prioritarios y vincularlos con su actividad.
En el caso de Iberdrola, líder mundial en energías limpias, los objetivos prioritarios son el ODS 7, energía asequible y no contaminante, y el ODS 13, acción climática. Sobre este enfoque, trabajan de forma innovadora para avanzar en su cumplimiento, preguntándose cómo pueden contribuir a cada uno de ellos.
En lo que al ODS 7 se refiere, tiene tres metas que implican tres líneas de actuación:
Acceso universal
Energía renovable
Aumento de la tasa de eficiencia energética
En lo referente a acceso universal, Iberdrola cuenta con un programa innovador para dar acceso a la electricidad en países emergentes y en vías de desarrollo: Electricidad para Todos. Ya antes de publicarse los ODS en septiembre del 2015, la compañía se había fijado como objetivo llevar el suministro eléctrico a 4 millones de beneficiarios en el año 2020. Una vez aprobada la Agenda, Iberdrola reformuló y amplió sus objetivos internos: interpretaron que se abría ante ellos la oportunidad de crecer de forma innovadora, hasta lograr 16 millones de beneficiarios de este programa en 2030.
En el campo de las energías renovables, la compañía es un referente mundial, tras haber tomado la decisión hace más de 20 años, de invertir de forma innovadora en nuevas fuentes de energía limpia. Como consecuencia, en la actualidad cuentan con más de 29.000 megavatios instalados de potencia renovable en todo el mundo, siendo líderes mundiales en eólica.
En clave de eficiencia energética, Iberdrola considera que la electrificación de la economía es clave en la irrenunciable transición energética hacia un modelo bajo en carbono. Esta transición también abre nuevas oportunidades de crecimiento, como es el caso, por ejemplo, de la movilidad eléctrica.
En cuanto al ODS 13, referente a acción climática, la compañía está convencida de que hay que actuar ya, con todas las herramientas disponibles y desde todos los sectores. La compañía, que ya contaba con un objetivo de reducción de emisiones para el año 2020, lanzó en 2015 con motivo de la Cumbre del Clima de París su nuevo compromiso: reducir su intensidad de emisiones en un 50% para 2030 con respecto a sus niveles de 2007 y ser neutra en carbono para 2050.
Para Iberdrola, uno de los pilares fundamentales del camino hacia la consecución de la Agenda 2030 es la construcción de alianzas, tal y como establece el ODS 17. Asimismo, destacan que esta Agenda es mucho más que un mero instrumento para la comunicación, subrayando que es necesario pensar una nueva forma de actuar, a través de alianzas multiactor que colaboren para cumplimentar los ODS. De este trabajo común saldrán, sin duda, nuevas oportunidades, nuevas ideas y herramientas para avanzar, de una forma innovadora y responsable, hacia un desarrollo sostenible que conllevará un mayor desarrollo económico y social.