Durante la mañana del 5 de febrero de 2020, la Fundación Carolina ha celebrado un desayuno de trabajo, que ha contado con la intervención de la doctora Paulina Astroza, profesora de Relaciones Internacionales en la Universidad de Concepción, y a la que han asistido una veintena de especialistas, académico/as y profesionales del sector público del sistema de la cooperación iberoamericana.
La ponencia de la profesora Astroza se ha centrado en las causas y consecuencias de la crisis social originada en Chile a finales de 2019. Las protestas, detonadas a mediados de octubre por el aumento del precio del transporte público, derivaron en una oleada de manifestaciones, mayoritariamente pacíficas, que han obligado a la clase política a plantear cambios sustantivos en el sistema político, empezando por la reforma de la Constitución.
El alcance de la protestas, según expuso Astroza, ha revelado el grado de desafección política que se viene labrando en Chile desde principios de la década de 2010, pese a la imagen de estabilidad que el país proyecta desde su transición democrática. Factores como la escasa renovación de la institucionalidad y de las élites políticas, o las demandas insatisfechas de unas clases medias que han visto paralizadas sus aspiraciones de progreso económico y social, contribuyen a explicar la eclosión de una crisis en gran medida inesperada.
La propuesta de apertura de un proceso constituyente, que se iniciará y cerrará con sendos plebiscitos, va a proporcionar la oportunidad de acomodar el diseño político a las exigencias de modernización institucional que la sociedad reclama. No obstante, de acuerdo con Astroza, resulta a su vez imperativo acometer reformas precisas, que mitiguen las desigualdades económicas, territoriales o de género que Chile arrastra desde hace décadas.
En la conversación posterior, el debate abordó asuntos como la necesidad de superar el enfoque tecnocrático —eficaz pero muy despolitizado— que prevalece en la administración pública chilena, las similitudes de las protestas con las que se generaron en otros lugares del mundo a finales de 2019 o el impacto que pueda tener el proceso constituyente para atenuar la desconfianza ciudadana hacia las instituciones políticas. Una de las claves, concluyó Astroza, radica en incorporar la noción de “cohesión social” en la agenda pública, de modo que la sociedad pueda ver encauzados sus intereses en el marco de un diálogo real entre los sindicatos y el sector privado.
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