El mundo se enfrenta desde hace casi tres años a una sucesión de crisis sin precedentes en la historia reciente. Las bases del orden económico y político mundial desde la segunda guerra mundial están cambiando. Y todos estos retos coinciden con un periodo de cambio profundo, de calado, en nuestro modelo económico como consecuencia de la digitalización, acelerada exponencialmente con la pandemia, y la respuesta al cambio climático.
El avance de la ciencia y la coordinación de nuestras políticas a través de los organismos multilaterales permitió responder adecuadamente al shock generado por la pandemia limitando su impacto sobre la economía mundial y evitando una crisis financiera global que hubiese tenido un impacto estructural durante décadas a ambos lados del Atlántico.
En este momento, para responder a la desaceleración de la economía mundial, la guerra a las puertas de Europa, el aumento del coste de la energía y la inflación en muchas regiones, necesitamos responder con las mismas herramientas unidad, determinación y solidaridad.
En el caso de España, el Plan de Recuperación supone una oportunidad extraordinaria para impulsar el crecimiento y la creación de empleo y también de llevar a cabo un proceso de transformación sin precedentes, que permita encauzar la digitalización, responder al cambio climático y reforzar nuestra autonomía estratégica, más importante que nunca en el actual contexto internacional.
España y la UE mantienen un compromiso claro con América Latina para impulsar un crecimiento sostenible desde el punto de vista financiero, medioambiental y social. La próxima presidencia española del Consejo de la UE, en el segundo semestre de 2023, proporciona una ocasión inmejorable para profundizar los puentes que nos unen a través del Atlántico y reforzar nuestra cooperación en el plano económico y tecnológico.
Entre nuestras prioridades, tratar de culminar los acuerdos comerciales en marcha, que refuercen los vínculos económicos y sociales históricos de España (y Europa) con Latinoamérica. Fomentar los instrumentos de cooperación financiera, para impulsar las inversiones públicas y privadas en los sectores con más futuro, el desarrollo de las energías renovables y la eficiencia energética para conseguir un sistema energético más sostenible y, por supuesto, seguir invirtiendo en capital humano, formación y capacitación digital para crear empleo de calidad.
La agenda España Digital es la hoja de ruta para la transformación digital del país, una estrategia ambiciosa para aprovechar plenamente las nuevas tecnologías y lograr un crecimiento económico más intenso y sostenido, rico en empleo de calidad, con mayor productividad y que contribuya a la cohesión social y territorial, aportando prosperidad y bienestar a todos los ciudadanos en todo el territorio. Algunas de las iniciativas impulsadas se encaminan a la digitalización de las pequeñas y medianas empresas y administraciones, la extensión de la banda ancha por todo el territorio, el impulso a la tecnología 5G y 6G, la ciberseguridad, la economía del dato y la Inteligencia Artificial, en paralelo al refuerzo de las competencias digitales de la ciudadanía y la garantía de los derechos digitales, junto a reformas como la Ley de Comunicación Audiovisual, de Telecomunicaciones o la próxima Ley de Startups para crear un ecosistema favorable a las empresas emergentes.
Esta ambiciosa hoja de ruta puede extenderse también a América Latina, aprovechando el cambio tecnológico como uno de los motores para la recuperación de la región, aprovechando al máximo la realización de infraestructuras y agilizando los procesos de innovación y buenas prácticas de cara al futuro.
La próxima Conferencia Ministerial de Economía Digital de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que se celebrará entre el 13 y el 16 de diciembre de 2022 en Canarias nos permitirá avanzar en la agenda digital compartida. De la misma manera que el consejo de ministros de economía y finanzas de América Latina y la UE, que tendrá lugar en Santiago de Compostela coincidiendo con las reuniones del Eurogrupo y Ecofin en septiembre de 2023, nos permitirá profundizar nuestra colaboración en el plano económico. Porque los retos que tenemos por delante son globales y exigen una respuesta conjunta. Porque juntos, podremos sin duda superar los problemas, seguir avanzando y lograr un futuro mejor para todos.
