El sistema de la cooperación española integra, entre sus instrumentos fundamentales, el diseño y promoción de diferentes programas de becas, que son gestionadas desde la Fundación Carolina y la AECID. ¿Cuál es su relevancia en el marco de sus objetivos generales?
Las becas han sido y son para la AECID una de sus razones de ser desde sus inicios. Si tomamos en consideración el volumen de consultas web, el número de llamadas recibidas solicitando información o el número de solicitudes que se gestionan cada año, las becas MAEC-AECID, en sus diferentes convocatorias, son los programas que más interés despiertan entre la ciudadanía, dado que son las únicas ayudas directas que la AECID concede a personas físicas.
Además, son ayudas para realizar estancias artísticas, formativas o de investigación, tanto en España como en el extranjero. La movilidad internacional incrementa el valor de lo que hacemos. La ciudadanía aprecia y valora mucho nuestros programas y considera que las becas son una oportunidad de formación y un retorno claro que recibe del Estado.
Las becas son el instrumento, pero no son un fin en sí mismo. El fin es la formación, la capacitación del capital humano, la generación de redes de conocimiento, la transferencia de conocimiento, la cooperación interinstitucional, lograr el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo a partir de una mejor formación … De ahí, la importancia de fomentar una evaluación de las becas MAEC-AECID más allá del dinero empleado y del número de becas concedidas. Nuestro gran desafío en este nuevo periodo que comienza para la Cooperación Española es explicar los resultados obtenidos a medio y largo plazo.
Este año hemos publicado el Estudio de Impacto Social de las Becas de la Fundación Carolina durante los años 2018-2022, que concluye positivamente sobre la importancia de estos programas para avanzar en los ODS. ¿Qué nos puede decir de esta interacción entre becas y Agenda 2030? ¿Cuál cree que es su potencial para avanzar hacia el desarrollo sostenible y la equidad social?
El potencial es enorme y desde la AECID queremos ayudar a lograr el Meta 4.B de la Agenda 2030 incrementando el número de becas disponibles para los países al desarrollo. En los últimos años hemos hecho un gran esfuerzo tanto en el número de becas concedidas como en el número de instituciones socias, sobre todo en relación con el continente africano.
Por ejemplo nuestro Programa AFRICA-MED ha despertado mucho interés en centros españoles de investigación para recibir investigadores africanos, principalmente de África occidental y del Magreb,
Debemos trabajar aún más con otras instituciones españolas para generar un sistema más ágil para fomentar la movilidad internacional, por ejemplo, mediante la concesión de visados de manera más ágil a nuestros becarios extranjeros o la consulta de datos entre administraciones para la evaluación correcta de las solicitudes que recibimos cada año.
La Meta 4.4 es la principal referencia en lo relativo a la ciudadanía española: queremos mejorar las competencias y la capacidad para acceder al empleo, al trabajo decente y para mejorar el emprendimiento de nuestros jóvenes dado que casi todas las becas que ofrecemos a ciudadanos españoles tienen como sector prioritario la juventud.
La AECID lanza cada año diferentes convocatorias de becas dirigidas a sus áreas de actuación, así como a jóvenes españoles para formación en cooperación. ¿Podría presentar y describir brevemente los diferentes tipos, modalidades y destinatarios?
Las becas que convocamos se dividen en dos grandes bloques, uno formativo y otro de fomento cultural y artístico:
FORMATIVO
Becas para ciudadanos de países socios: América Latina, África, Oriente Próximo y Filipinas con el objetivo principal de que vengan a España a realizar estudios de posgrado o realizar un periodo de investigación en algún centro de investigación o Universidad española.
Aunque creemos firmemente en los beneficios de la educación a distancia, para nosotros es fundamental la presencialidad de las personas en nuestro país. Queremos generar una relación especial con el ciudadano extranjero que viene a España y conoce nuestro sistema educativo, universitario y aprecia un país moderno y democrático y que ofrece oportunidades formativas únicas. Entendemos que representa una excelente oportunidad para su formación, además de su reciclaje formativo.
Becas para ciudadanos españoles, especialmente destinadas a los jóvenes, para que tengan una primera experiencia formativa en el exterior en sectores de la cooperación, de la gestión cultural o para realizar estudios de posgrado en el Colegio de Europa. Destaco el Programa de jóvenes cooperantes, que es una prioridad para la Agencia como dijo el Director de la AECID el pasado mes de abril en la comisión de cooperación del congreso: debemos ofrecer nuevas oportunidades para los jóvenes que quieran dedicarse a la cooperación internacional. La AECID tiene que diseñar un recorrido claro profesional que empiece con una experiencia formativa en alguna de nuestras oficinas en el exterior y termine con un empleo en la AECID o en puestos relevantes de ONGDS o en organismos internacionales. El talento es enorme, pero tenemos que ser un sector atractivo para la juventud española, ya que tenemos poca tasa de reposición y una plantilla – como en toda la AGE- envejecida.
PROMOCIÓN CULTURAL Y ARTÍSICA
Son las becas de fomento cultural y de enseñanza del español. Destacan dos programas históricos de MAEC -AECID:
El Programa de Lectorados para profesores de español que pasan hasta 3 años en universidades de todo el mundo enseñando español, promocionando la cultura española, y adquiriendo destrezas en la enseñanza del español como lenga extranjera. Y no podemos olvidar el componente de fortalecimiento institucional universitario en los países receptores de ayuda oficial al desarrollo que supone tener un profesor de lengua extranjera en universidades con pocos recursos.
Programa de residencias artísticas e investigación para ciudadanos españoles, de la Unión Europea y para ciudadanos de Iberoamérica en la Academia de España en Roma. Constituye una oportunidad única para desarrollar un proyecto artístico o de investigación en un marco incomparable como es la Academia de España en Roma
Dentro de las competencias de la AECID en materia de cooperación, están las educativas y las culturales. En este contexto, ¿qué rol desempeñan los programas de becas en las actuaciones dirigidas a estos ámbitos?
La Estrategia de Cultura y Desarrollo aprobada en 2007 fue innovadora a ese respecto, situando la cultura como una prioridad de desarrollo para la Cooperación Española. Con el tiempo, esto se convirtió en un factor diferencial respecto a la cooperación que hacían otros países de nuestro entorno.
Desde entonces se han fomentado más programas de movilidad internacional en el sector cultural, no solo la movilidad hacia España o de España hacia fuera, sino también la movilidad dentro de espacios estratégicos para España como es Iberoamérica.
Un ejemplo ha sido el Programa ASALE para ciudadanos hispanoamericanos para la realización de prácticas en las Academias de la Lengua Española.
Otro sería el Programa CULT: llevamos más de 15 años fomentando la realización de prácticas formativas en nuestra red de centros culturales y Embajadas. Sin esa unión entre becas y la Dirección de Relaciones Culturales y Científicas posiblemente esto no hubiera ocurrido.
Debemos seguir generando sinergias para impulsar la movilidad internacional a través de nuestra red de socios culturales y científicos. En este sentido, me gustaría destacar la colaboración y el trabajo realizado por la Fundación Carolina y Comisión Fulbright como dos de nuestros grandes aliados para seguir avanzando por este camino.
