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Hablamos con Ángel Melguizo, economista especializado en políticas públicas y regulación digital

Hablamos con Ángel Melguizo, economista especializado en políticas públicas y regulación digital

Hablamos con
Ángel Melguizo
La alianza digital euro-latinoamericana y el desarrollo de la iniciativa Global Gateway, en un momento de convergencia de visiones hacia una transformación digital sostenible en lo social y medioambiental, puede apoyar el salto hacia una América Latina y el Caribe más dinámica e inclusiva.

Ángel Melguizo es partner de Argia, una firma de consultoría en asuntos de sostenibilidad medioambiental, tecnología y economía. Además, es asesor regional de UNESCO sobre inteligencia artificial y ética en América Latina, senior fellow del programa Asia-America Latina del InterAmerican Dialogue, e investigador asociado del European Council on Foreign Relations.

Con 25 años de experiencia tanto en el sector privado como en el público, fue vicepresidente de Asuntos Externos y Regulatorios de AT&T VRIO Corp. Previamente, trabajó como jefe para América en el Centro de Desarrollo de la OCDE, liderando su publicación Latin Economic Outook. Asimismo, trabajó como especialista principal en la Unidad de Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Y fue asesor principal en la Oficina Económica del Presidente del Gobierno español y economista principal en el Grupo Financiero BBVA. Doctor y licenciado en Economía por la Universidad Complutense de Madrid, es colaborador habitual en medios como CNN Latin America, Forbes y El País. Ha participado en el informe recientemente publicado por Fundación Carolina y Teléfonica: Digitales, verdes y aliados.

Desde hace algunos años se afirma que la geopolítica ha conquistado la economía, ¿qué oportunidades y qué riesgos conlleva esta realidad para las relaciones?

Hoy no se puede entender la economía —y en particular la económica digital y las carreras en la manufactura de chips, el despliegue de redes de telecomunicaciones 5G o en el lanzamiento de estrategias de Inteligencia Artificial— sin la geopolítica. Ni es posible entender la geopolítica sin la economía digital.

Las alianzas estratégicas de los denominados terceros países en un entorno de competencia digital China-EE.UU. pueden tener un impacto muy positivo para evitar un equilibrio global en el que todos pierdan (epic fail como ha mostrado el profesor de la Universidad Nacional de Singapur Danny Quah).

Pero, además, estas alianzas son un motor de desarrollo interno. Dentro de este entorno internacional dinámico y con alianzas cambiantes, América Latina y el Caribe debe tener una voz propia más clara (y tener una voz propia no implica una voz única) y alzarla. La alianza digital euro-latinoamericana y el desarrollo de la iniciativa Global Gateway, en un momento de convergencia de visiones hacia una transformación digital sostenible en lo social y medioambiental, puede apoyar el salto hacia una América Latina y el Caribe más dinámica e inclusiva si se logra una movilización significativa del sector privado junto con los esfuerzos europeos y de bancos de desarrollo.

Estos días se presenta el informe de Telefónica y Fundación Carolina, Digitales, verdes y aliados, en el que has participado con un equipo de especialistas. A la luz de la investigación, ¿qué tres o cuatro prioridades habría de tener una agenda de transformación digital conjunta entre la UE y América Latina?

La investigación, con autoría euro-latinoamericana (Ana Luisa Aguilar de México, Víctor Muñoz de Colombia, y Manuel Balmaseda de España) es ante todo una llamada a la acción a gobiernos, agencias de cooperación, bancos de desarrollo y sector privado de ambos lados del Atlántico.

En un escenario que denominamos Más Alianza Digital, donde se conjugue el notable esfuerzo de cooperación e inversión anunciado por Europa, con un financiamiento de bancos de desarrollo y una inversión de todas las empresas digitalizadas (no solo tecnológicas y de telecomunicaciones, sino también de banca, energía, infraestructuras) proyectamos que América Latina y el Caribe podría crecer un punto adicional cada año, generando oportunidades notables de empleo formal y de reducción de pobreza y desigualdad.

Para ello, junto con la necesidad de aumentar y de agilizar la movilización recursos para conectividad, mostramos el potencial de robustecer la iniciativa con avances en ciberseguridad, en la digitalización de industrias tradicionales (como el agro y el turismo) y nuevas (electromovilidad y servicios digitales), y en los desarrollos de Inteligencia Artificial. Sumados a profundizar en las interacciones digital y social, y digital y verde.

Como manifestó el Alto Representante de la UE Josep Borrell, “América Latina es, ahora sí, la solución a los retos de una Europa global”, y Europa debe ser un socio de desarrollo y de inversión.

Teniendo en cuenta el trabajo citado, y tu experiencia como coordinador de los informes LEO de la OCDE, ¿consideras que la iniciativa Pasarela Mundial (Global Gateway) puede contribuir a que la región salga de sus “trampas del desarrollo”?

Al evaluar la experiencia de desarrollo de América Latina y el Caribe frente a OCDE, y en concreto frente a Europa, identificamos la trampa del ingreso medio, esto es, el hecho de que la región es de ingreso medio desde hace seis o siete décadas según las clasificaciones tradicionalmente aceptadas, como una de las características de la región. Junto con una trampa social caracterizada por la vulnerabilidad de las clases medias y una trampa institucional por la desconexión de los ciudadanos con los Estados.

Dado el limitado capital político y la urgencia social, es clave para afinar y acertar en las políticas económicas, sociales y medioambientales. La experiencia de Francia o Alemania en los setenta, Irlanda, España en los noventa o Europa del Este en la década pasada, muestra que los principales rezagos de la región se concentran en la cobertura de educación secundaria y terciaria, en las capacidades de la economía, en la fortaleza, y la disponibilidad de financiamiento y crédito para financiar la inversión.

Global Gateway está especialmente bien enfocado en esas líneas, por su objetivo de movilizar recursos público-privados de manera significativa, y de invertir en conectividad y servicios públicos de educación y de salud de calidad, nuevas competencias laborales, y transformación digital dentro de un enfoque de políticas productivas.

Finalmente, cómo asesor de Ética en Inteligencia Artificial de la UNESCO, ¿ves posible que la región latinoamericana, junto con la UE, generen un marco común de regulación y gobernanza de datos? 

No solo es posible, sino que es necesario. La Inteligencia Artificial es ya una tecnología de uso general, y como tal está impactando en casi todas las facetas de nuestra vida, desde cómo nos movemos o nos comunicamos, a cómo estudiamos y trabajamos. Ello exige establecer una gobernanza sólida que, favoreciendo la inversión y la innovación, guie a la Inteligencia Artificial para que actúe con los valores y principios que tenemos como sociedad.

UNESCO logró en 2021 un consenso inédito, con 193 países adoptando su recomendación, y con EE.UU. regresando a la organización entre otras razones por esa agenda. En América Latina y el Caribe, UNESCO está trabajando con una decena de países desde Brasil, Chile, o México a Costa Rica y República Dominicana, que voluntariamente van a implementarla revisando sus marcos regulatorios, sus instituciones y las habilidades de su fuerza laboral (a los que se unen una treintena de países de Europa, Asia y África).

Además, esta agenda hacia una Inteligencia Artificial ética se está implementando con grandes empresas digitales o digitalizadas, bajo el co-liderazgo con Telefónica y Microsoft. Porque la inversión y la innovación privada florecen cuando hay buenas reglas, gobernanza de datos previsible e instituciones sólidas.

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