América Latina se encuentra en medio de un nuevo ciclo de gobiernos progresistas, que se enfrentan a un escenario de crisis ecológica cada vez más agudo.
Este artículo analiza algunos de los dilemas clave que han renovado la falsa oposición entre el cuidado de la vida y la economía en la región. Tomando las políticas energéticas como foco, propone que las propuestas y estrategias de acción climática han venido a reforzar las dinámicas extractivistas históricas.
Las nuevas fronteras de extracción del litio y los sueños eldoradistas del hidrógeno verde ejemplifican las miradas predominantes que sostienen la promesa del desarrollo “verde” latinoamericano. Sin embargo, las alternativas desde los territorios y movimientos sociales se resisten a este uso instrumental de sus ecosistemas, y siguen cultivando alternativas al desarrollismo.