Editoriales

Saludo de Érika Rodríguez Pinzón, nueva directora

Saludo de Érika Rodríguez Pinzón, nueva directora

Querida comunidad Carolina:

Asumo el reto de la dirección de una institución que admiro y que ha conseguido, a lo largo de sus 24 años de existencia, crear una comunidad que engrandece la relación entre España y América Latina. Por su naturaleza, mandato y funciones, la Fundación Carolina es una institución única en la acción exterior, la diplomacia pública y el sistema español de cooperación al desarrollo, constituyendo una propuesta singular de alianza público-privada. En primer lugar, quiero agradecer mi designación y nombramiento al Patronato de la Fundación, encabezado por su presidente ejecutivo, el presidente del Gobierno. Por supuesto, reconocer también el apoyo del ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares; de la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Eva Granados, presidenta de nuestra Junta Rectora, y de Antón Leis, director de la Agencia Española de Cooperación para el Desarrollo.

En segundo lugar, deseo agradecer la ruta ya trazada por los anteriores directores, a quienes me gustaría citar:  Daniel Sada (2000-2003), José María Lassalle (2003-2004), Rosa Conde (2004-2012), Jesús Andreu (2012-2018). Y, de forma muy especial, al profesor Sanahuja (2018-2024), con quien me une un especial cariño y admiración por su trabajo, no solo en la Fundación —donde llevó a cabo un profundo proceso de revitalización y direccionamiento estratégico— sino como investigador y maestro de muchas generaciones de latinoamericanistas. Asumo el honor de seguir construyendo sobre su legado.

Igualmente, mi agradecimiento al secretario general, Hugo Camacho, por su gran trabajo, por su lealtad con la Fundación y por su apoyo a mi llegada. Gracias asimismo por su excepcional labor a Daniel Haime Gutt y Carolina Olarte, presidente y directora ejecutiva de la Fundación Carolina Colombia, que en este 2024 cumple 20 años de andadura histórica.

Por último, y no menos importante, quiero también dirigir unas palabras a la comunidad actual de becarios y becarias, y a quienes han gozado o gozan de los diferentes programas que ofrece la Fundación. Ustedes, con su trabajo diario, engrandecen el nombre de la Carolina.

No puedo dejar de hacer alusión a mi propia experiencia como joven estudiante que viajó a España buscando mejorar su formación y una experiencia vital que le abriera las puertas a una vida plena. Lo que soy hoy es el legado del esfuerzo de mi familia, de un sistema de educación secundaria y profesional igualador, equitativo, que en Colombia y España me apoyó para dar lo mejor de mí. Creo en la educación, en la ciencia, en las políticas públicas y en la cooperación entre el sector público y el privado para garantizar la igualdad de oportunidades, como los mejores caminos para fundamentar sociedades justas y vidas humanas plenas. Yo misma soy fruto de ese conjunto virtuoso de factores.

Como profesora, me mueve la pasión por la educación, por la vitalidad de la juventud, así como la certeza de que España gana una inmensa riqueza con cada talento latinoamericano que tiene la oportunidad de estudiar, de vivir y de construir futuro en este maravilloso país y en sus países al retornar. La obra de la Fundación Carolina es la materialización del lazo especial entre España, Europa y América Latina.

Al conjunto del personal de la Fundación, mi agradecimiento por su cálida bienvenida y por la tarea que vienen realizando. Hay muchas personas y mucho trabajo detrás de cada objetivo, de cada movilidad, de cada espacio de dialogo que se consigue. Gracias a quienes lo hacen posible.

La Fundación Carolina ha conseguido convertirse en un centro de referencia en el análisis y el diálogo sobre la realidad latinoamericana, la construcción activa del espacio iberoamericano del conocimiento y la relación entre la Unión Europea y América Latina. La reciente Cumbre UE-CELAC, celebrada el año pasado bajo presidencia española del Consejo de la UE, dio muestras de la necesidad de fortalecer la relación birregional, pero también de los retos que la actual situación global supone.

Nos enfrentamos a desafíos insospechados hasta hace pocos años: la tensión internacional, los efectos del cambio climático, el peso de las desigualdades e inequidades estructurales, las guerras y la gravísima debilidad del sistema multilateral. La incertidumbre domina nuestra previsión del futuro. Sin embargo, más allá de la desazón, esta situación nos lleva a ratificarnos en la necesidad de aportar más diálogo, más conocimiento y más interconexión entre actores. Todo ello nos anima a seguir trabajando en el impulso a la agenda de desarrollo, de modo muy especial la vinculada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Una agenda a la que seguiremos contribuyendo, desde la Fundación Carolina, a través de aquello que nos es propio: la cooperación avanzada, la movilidad académica, la diplomacia pública y la formulación de conocimiento experto.

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