Desde el año 2017 se ha llevado a cabo un proceso de aplicación de una agenda marcadamente neoliberal en Ecuador.
Las necesidades de reducción del déficit fiscal y la deuda pública llevaron al gobierno de Lenín Moreno a aplicar medidas de ajuste y a aceptar las condiciones impuestas por financiadores como el FMI. Estas políticas llevaron a la ciudadanía ecuatoriana a una situación de vulnerabilidad extrema agravada por fenómenos como la pandemia de COVID-19 o la guerra en Ucrania.
En ese marco, el gobierno liberal conservador de Guillermo Lasso tampoco ha sido capaz de hacer frente a los desafíos económicos y políticos del país y, decretando la “muerte cruzada”, convocó a la sociedad ecuatoriana a unas elecciones que pueden dar por concluido este ciclo neoliberal en Ecuador.