El 11 de marzo de 2020 la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró el estado de pandemia mundial por la expansión de la COVID19 a más de 100 países. Cuatro días después, el grupo de relatores y expertos/as independientes del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas (ONU) lanzó un comunicado alertando sobre las consecuencias para la observancia de los derechos humanos ante las diversas medidas que se vislumbraban, aunque ese comunicado no las especificaba. Tales amenazas se transformaron en una potencial realidad con la implementación de las llamadas corona-apps (entre otros neologismos surgidos en tiempos recientes), que en el caso de América Latina tomaron rápidamente vuelo.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
Puedes encontrar más información en nuestra política de cookies