El estado de las democracias en América Latina presenta una preocupante tendencia de erosión y estancamiento. Informes de referencia como el Democracy Index, el elaborado por Latinobarómetro o el Democracy Pulse evidencian un descenso continuo en la calidad de las democracias de la región.
El respaldo a la democracia, así como la satisfacción con su funcionamiento son igualmente bajos, con alrededor de la mitad de la ciudadanía insatisfecha en ese sentido. Esto se refleja en una mayor confianza hacia organismos militares o religiosos, en detrimento de instituciones civiles que encuentran los niveles más bajos de apoyo popular.
En ese sentido, las democracias latinoamericanas están obligadas a encontrar fórmulas para su reforma, y evitar la tendencia en aumento de aparición de liderazgos políticos iliberales.