En 2022 el escenario global se tornó más complejo y adverso para las relaciones internacionales, la geopolítica y el desarrollo. Las tensiones que experimentan la economía mundial y los retos geopolíticos de la invasión rusa de Ucrania plantean retos inéditos tanto para España y la Unión Europea como para América Latina, dificultando con ello la necesaria recuperación pospandemia y las transiciones socioeconómica, productiva y digital y ecológica que ambas regiones han de afrontar.
En julio de 2022 el Consejo de la Unión Europea decidió relanzar las relaciones con América Latina. Se pretendía recuperar el diálogo político de alto nivel de jefes y jefas de Estado y de Gobierno, con una cumbre birregional que desde 2015 no se había vuelto a celebrar. También es un momento propicio para dar un nuevo impulso a la cooperación birregional con el instrumento “Europa Global”, inscrito en el marco financiero plurianual 2021-2027. Sin duda, la presidencia española del Consejo en el segundo semestre de 2023 ha de servir de impulso para ese relanzamiento. Ambas regiones se convocaron a una conferencia de cancilleres en octubre de 2022 en Buenos Aires que fijó la hoja de ruta para la celebración de la Cumbre UE-CELAC prevista para julio de 2023.