La propuesta de la renta básica aparece recurrentemente en los debates sobre políticas sociales en América Latina. Los indicadores sociales que indican persistencia de la pobreza y profundización de las desigualdades justifican la relevancia de estas conversaciones. También la larga experiencia de programas de transferencias condicionadas de ingresos en la región, que podría constituirse en una plataforma para avanzar en esquemas más universales.
El presente artículo, repasa los argumentos a favor y en contra de la renta básica, poniendo esta discusión en el contexto regional, e indaga sobre las posibilidades de que un esquema de transferencias fiscales integrado que garantice ingresos básicos a toda la población pueda constituirse en el corazón de un nuevo pacto social.