Claves para una cooperación adaptada a nuevas realidades y desafíos globales
En un mundo en constante transformación, marcado por nuevos desafíos y alianzas, la agenda de la Cooperación Española no podía permanecer estática. La Ley 1/2023 de Cooperación para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global y el VI Plan Director de la Cooperación Española (2024-2027) son testimonio de esta necesaria modernización, que aborda el nuevo contexto global. Este nuevo enfoque en la Cooperación Española reescribe sus bases para un desarrollo sostenible, inclusivo y equitativo en los países en desarrollo.
Durante el Curso de Verano de la UIMP organizado por la Fundación Carolina y titulado “Desarrollo y solidaridad global: la nueva agenda de la Cooperación Española”, los participantes exploramos el contexto que rodea esta legislación y su impacto en la cooperación y política española, resaltando cómo el país refuerza su compromiso para con una nueva visión de desarrollo. Para comprender en profundidad lo que implica la nueva ley, es esencial abordar todos los aspectos que engloban los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Como es sabido, estos no solo se encaminan hacia un desarrollo en pos de una dimensión financiera, sino que envuelven a múltiples ámbitos que contribuyen al verdadero desarrollo sostenible de los países.
La modernización de la cooperación internacional española se manifiesta claramente en la nueva ley, que redefine las reglas del juego y establece una multisectorialidad en la que se invertirán recursos, esfuerzos, y se generarán proyectos de gran impacto. Este enfoque innovador busca fomentar un nuevo plan de desarrollo, fortaleciendo así la solidaridad global en un contexto mundial desafiante y con diferentes focos de desigualdad.
Uno de los aspectos más destacables de esta iniciativa radica en el esfuerzo conjunto entre diferentes sectores, tanto públicos como privados, así como de diversas instituciones, para promover la colaboración en proyectos de cooperación. La nueva ley y el Plan Director responden así a la necesidad de adaptarse a las realidades cambiantes de los países en desarrollo. Esto implica alejarse del tradicionalismo económico y prestar una mayor atención a la renombrada triple transición: social, ecológica y económica.
¿Qué implica la “triple transición”?
El nuevo enfoque de la Cooperación Española aboga por una triple transición: social, económica y ecológica. Esta perspectiva no solo busca reducir la desigualdad económica, sino que se orienta a promover una colaboración que defienda los derechos humanos y la justicia en todas sus formas: social, ambiental y económica. Además, prioriza la lucha contra la pobreza y las desigualdades, el respeto por la diversidad y la erradicación de todas las formas de violencia y discriminación, abordando estos desafíos desde una perspectiva interseccional. De este modo, la Cooperación Española se posiciona como un ejemplo de respuesta a un contexto global cada vez más desafiante y con múltiples aristas que abordar.
¿Por qué es tan importante en este contexto una cooperación descentralizada?
La cooperación descentralizada es crucial porque permite involucrar a todos los actores en la lucha contra la desigualdad. Al impulsar la coordinación entre actores públicos y privados —gobiernos locales, ONG, empresas, sindicatos, universidades y centros de investigación—, puede construir una red de alianzas más diversa y eficaz, en la que cada agente aporte desde su ámbito de acción y de una forma concertada. Este enfoque garantiza que las políticas sean coherentes y que las intervenciones aborden las diversas aristas de la desigualdad, fomentando la triple transición y avanzando hacia el cumplimiento de los ODS: “En resumen, sin preocupaciones comunes, el esfuerzo colectivo no encuentra estímulos” (Dubois Migoya, 2011). Asimismo, hay que hacer hincapié en el rol fundamental de las Comunidades Autónomas, entidades locales, ONGD, sindicatos, el sector empresarial y las universidades, entre otros organismos incluidos en la propuesta.
Más allá de lo económico
El bienestar de una sociedad no puede medirse únicamente a través del PIB per cápita. Como señalan Sebastián Nieto Parra y Claudio Salinas (2020), “la relación entre PIB per cápita y bienestar no es uniforme”. En muchas economías en desarrollo, el crecimiento económico, expresado en el aumento del PIB per cápita, no siempre se traduce en una mejora directa del bienestar de la población. En América Latina y el Caribe, por ejemplo, a pesar de que en los años previos a la pandemia se registró un crecimiento significativo del PIB per cápita en varios países, se evidenció que otros factores de desarrollo juegan un papel fundamental en la evaluación del bienestar. El acceso a servicios de salud, educación, derechos humanos, igualdad de género y justicia climática son solo algunos de los aspectos que, junto al crecimiento económico, impactan en el progreso de sus sociedades.
Conclusión
La nueva Ley 1/2023 y el VI Plan Director marcan un hito en la modernización de la Cooperación Española, demostrando que es necesaria una adaptación a los desafíos globales y locales en un mundo post-COVID, según ilustra el enfoque de una cooperación más integral centrada en la triple transición social, económica y ecológica. La cooperación descentralizada y la participación de múltiples actores refuerzan esta estrategia, mostrando que solo a través de la colaboración podemos afrontar los nuevos desafíos del contexto actual, mirando más allá del bienestar económico.
Referencias bibliográficas
Dubois Migoya, A. (2011): “Prólogo”, en: Larrañaga, M. y Jubeto, Y. (eds.): La cooperación y el desarrollo humano local: Retos desde la equidad de género y la participación social, Hegoa-Instituto de Estudios sobre Desarrollo y Cooperación Internacional.
Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación (2024): Plan Director de la Cooperación Española 2024-2027, Gobierno de España.
Nieto Parra, S. y Salinas, C. (2020): “América Latina bajo el enfoque del desarrollo en transición: bases e implicaciones políticas”, Documentos de Trabajo nº 26 (2ª época), Madrid, Fundación Carolina.