Hablamos con

Entrevista a Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio

Entrevista a Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio

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Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio
Los programas educativos internacionales ayudan a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030, instrumento que persigue la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar la prosperidad como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible que no deja a nadie atrás

Entrevistamos a Alfonso Gentil Álvarez-Ossorio, director del Servicio Español para la Internacionalización de la Educación (SEPIE),  organismo adscrito al Ministerio de Universidades que actúa como Agencia Nacional del programa Erasmus+ de la Unión Europea y que también se encarga de la proyección internacional de las universidades españolas.

 

Hace poco se publicó el informe “El impacto económico de los estudiantes internacionales en España”. ¿Cuáles son los beneficios de los programas de estudiantes internacionales para España? ¿Y para sus países de origen?

Tal y como aparece en el informe de impacto económico de los estudiantes internacionales en España, en el año académico 2018-2019, hubo 1.044.898 estudiantes internacionales matriculados en instituciones españolas, incluyendo estudiantes en programas Study Abroad (SA), Erasmus+, escuelas de español, grados universitarios, másteres, además de en cursos y exámenes del Instituto Cervantes (IC). El impacto económico conjunto fue de 3.795.740.732 de euros y el efecto multiplicador del gasto de los estudiantes fue de 2,27.

España se ha mantenido como destino educativo preferido para los estudiantes internacionales durante las últimas tres décadas, una tendencia que continuó en 2018-2019.

Los beneficios intangibles van más allá de lo económico, puesto que los lazos que se establecen entre el estudiante y nuestro país refuerzan las oportunidades en el futuro, construyendo alianzas de colaboración y realizando inversiones.

Por otra parte, este tipo de programas suponen un enriquecimiento mutuo para nuestro país y los estudiantes. España y sus universidades están abiertas al talento, la innovación y la inclusión, y son un fiel ejemplo internacional en los rankings mundiales por la calidad de los estudios superiores. Al mismo tiempo, ese talento que llega a las universidades españolas, recibe una formación de calidad.

Una vez finalizada la formación en España, los estudiantes que regresan al país de origen pueden poner en marcha lo aprendido, emprender y contribuir a la economía de su país. En definitiva, beneficios para el país emisor y para el país receptor en este tipo de programas educativos internacionales.

¿Qué impacto ha tenido la pandemia causada por COVID-19 en los programas de estudiantes internacionales en España? ¿Qué retos y oportunidades se presentan? ¿Qué papel juega la digitalización?

La COVID-19 en Europa ha causado una interrupción significativa en la provisión de educación, formación y oportunidades de movilidad para estudiantes tal y como se venía realizando hasta ahora, pero las universidades y los centros educativos se pusieron en marcha desde el comienzo de la pandemia para proveer a sus estudiantes de las herramientas en línea necesarias y recursos digitales para paliar ese efecto negativo causado por la pandemia y con el principal objetivo de que estos estudiantes continuaran sus estudios y no se viesen interrumpidos. Además, desde que irrumpió la pandemia en el panorama educativo, la Comisión Europea, el Ministerio de Universidades y el Ministerio de Educación y Formación Profesional facilitaron una serie de recursos, plataformas y herramientas en línea para estudiantes y docentes.

El principal objetivo del SEPIE y de las demás autoridades nacionales, así como de la Comisión Europea, ante el impacto de la COVID-19 en el programa Erasmus+ ha sido en todo momento velar por la seguridad y protección de todos los participantes en este programa europeo, respetando plenamente todas las medidas de contención tomadas a nivel nacional. Desde la Comisión Europea y las diferentes autoridades nacionales seguimos trabajando para asistir a las organizaciones de educación y formación beneficiarias, a sus estudiantes y a su personal docente y de administración y servicios que participan en el programa Erasmus+.

Cuando estalló la pandemia por la COVID-19, un alto porcentaje de estudiantes Erasmus+ españoles que se encontraban en el extranjero decidió permanecer en sus lugares de destino Erasmus+ y continuar con su movilidad, puesto que las universidades ofrecieron seguir con la docencia pero de forma online.

En el ámbito europeo, la propia Comisión Europea realizó una encuesta durante el mes de abril de 2020 a 11.800 estudiantes Erasmus+ de toda Europa para valorar el impacto que la pandemia de COVID-19 había causado en el programa de movilidad Erasmus+ y el resultado fue que un 42 % de los estudiantes encuestados afirmaron continuar su formación de manera virtual.

Desde el SEPIE, como consecuencia de la situación extraordinaria en la que nos encontramos por la COVID-19, se lanzó un sondeo a comienzos del presente año académico 2020-2021 entre los centros de Educación Superior españoles sobre las movilidades previstas para el primer semestre de este curso y se estimó una reducción aproximada de cerca del 40 % con respecto a años anteriores. Estas estimaciones pueden verse modificadas según la evolución de la situación.

La información que nos llega al SEPIE, como Agencia Nacional del programa Erasmus+ en España, es que la mayor parte de las universidades europeas están haciendo todo lo posible por ofrecer enseñanza presencial y cuando no se pueda ofrecer al cien por cien de los estudiantes debido al obligado mantenimiento de la distancia social, lo harán de manera mixta, es decir, combinando enseñanza virtual y presencial. Es más, la Comisión Europea espera que los estudiantes Erasmus+ puedan realizar su estancia internacional de manera presencial cuando sea posible y de manera “combinada” (Blended Mobility) cuando se comience con una enseñanza virtual, bien desde el país de origen, bien desde el país de destino cuando las circunstancias de la pandemia así lo aconsejen.

Además, a finales del pasado año 2020 y para dar respuesta a la situación derivada de la COVID-19, la Comisión Europea publicó dos convocatorias extraordinarias de Asociaciones Estratégicas Erasmus+, destinando unos 100 millones de euros a cada una de estas convocatorias a nivel europeo para responder a la pandemia del coronavirus:

  • Asociaciones para la Preparación para la Educación Digital (para los sectores de Educación Escolar, Formación Profesional y Educación Superior). Estos proyectos tendrán como objetivo dotar a los sistemas de educación y formación de los medios para hacer frente a los retos que presenta el reciente y repentino cambio al aprendizaje en línea y a distancia, incluido el apoyo a los docentes a desarrollar las competencias digitales y la protección de la naturaleza inclusiva de las oportunidades de aprendizaje.
  • Asociaciones para la Creatividad (para los sectores de la Educación Escolar y la Educación de Personas Adultas). Estos proyectos tendrán como objetivo involucrar a organizaciones en los ámbitos de la educación formal, no formal e informal, junto con aquellas pertenecientes a los sectores de la cultura y la creación para estimular la conciencia europea y capacitar a las personas de las generaciones actuales y futuras — independientemente de su origen social y cultural— para que sean innovadores de éxito en su entorno local.

Recientemente, desde el SEPIE hemos publicado los resultados de estas convocatorias extraordinarias, por un importe total de 14.465.799 €, y las ayudas concedidas a organizaciones de educación y formación de todos los sectores educativos (Educación Escolar, Formación Profesional, Educación Superior y Educación de Personas Adultas) permitirán financiar en España un total de 87 proyectos destinados a promover la Educación digital y la Creatividad.

Ante los retos que se sigan presentando, desde el SEPIE trabajaremos para hacerles frente y garantizar verdaderas experiencias de vida a los participantes. En un mundo cada vez más global, el acceso a la información es esencial y la Comisión Europea contempla la digitalización como uno de los pilares sobre los que sustentar a Europa, una Europa más abierta al talento y al mundo, más sostenible y verde y, sobre todo, más inclusiva.

España se ha mantenido como destino educativo preferido para los estudiantes internacionales durante las últimas tres décadas. ¿De qué países provienen la mayoría de los/as estudiantes internacionales que vienen a España? ¿Qué papel juegan los/as estudiantes que provienen de la región iberoamericana? ¿Qué importancia tienen los lazos que se generan gracias a esa movilidad?

Entre las funciones del SEPIE se encuentra la de contribuir a una mayor internacionalización del sistema universitario español, potenciar su proyección en todos los ámbitos internacionales, promover en el exterior la oferta educativa e investigadora de las universidades y centros de investigación españoles, contribuir a la mejora de la acogida y estancia de estudiantes, profesores e investigadores extranjeros en España, y de españoles en el extranjero, así como impulsar el Espacio Europeo de Educación Superior y el Espacio Iberoamericano del Conocimiento.

La cooperación con Iberoamérica se engloba en las prioridades políticas del Instrumento de Cooperación al Desarrollo, región de América Latina, por lo que los proyectos Erasmus+ financiados en el sector de la Educación Superior incluyen las movilidades de estudiantes para estudios, personal para enseñanza y formación, tanto desde como hacía los países de Iberoamérica.

Queremos destacar la capacidad de adaptación y flexibilidad que ofrecen nuestras actuaciones en la región: más allá de lo planificado, nos van superando las ofertas y las posibilidades de colaboración que surgen, de tal manera que las sinergias preestablecidas se consolidan y plasman en proyectos y realidades que mantienen activo nuestro entusiasmo. En general, es frecuente que cualquier universidad iberoamericana mantenga convenios con Universidades o instituciones españolas, mediante los cuales sus estudiantes realicen estancias de estudio, prácticas o investigación en nuestro país, así como su personal académico.

España puede continuar atrayendo talento y generando ingresos mediante el establecimiento de acuerdos con instituciones públicas en países iberoamericanos que han implantado programas internacionales de movilidad y de formación. El personal académico que ha emigrado a instituciones iberoamericanas puede desempeñar un rol de coordinación para la cooperación y el desarrollo de proyectos. España puede aprovechar la larga tradición de exportación de programas académicos, tanto formales como de formación permanente, para profundizar las relaciones de cooperación.

En este contexto, cobran un especial significado las ferias “Estudiar en España” organizadas por el SEPIE, actualmente en formato virtual y con la colaboración de las Embajadas de España y sus Consejerías de educación en el exterior, para así fomentar esa proyección internacional de las universidades españolas. En concreto, para la región de Iberoamérica, llevaremos a cabo una feria virtual en el Cono Sur (Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay) durante los días 14 y 15 de abril de este 2021.

Asimismo me gustaría destacar que, gracias al programa Erasmus+ de la Unión Europea, desde el año 2015 se pueden realizar movilidades a prácticamente cualquier país del mundo en el sector de la Educación Superior y en este sentido, América Latina tiene un papel muy relevante para España. En particular, en la convocatoria de 2020 para proyectos de movilidad entre países del programa y asociados (KA107), se adjudicaron más de 23,6 millones de euros en subvenciones para financiar proyectos de movilidad con otros países del mundo, que forman parte de la llamada “Dimensión Internacional” del programa Erasmus+. De ese importe, 1 millón de euros proviene de fondos adicionales del Ministerio de Universidades del Gobierno de España para la cofinanciación de movilidades con América Latina.

En el contexto europeo, según los datos oficiales cerrados y facilitados por la Comisión Europea a finales de diciembre de 2020 en su Informe Anual Erasmus+ para el año académico 2018-2019, en el ranking europeo, España sigue ocupando el 1o puesto en recepción de estudiantes Erasmus+ de Educación Superior con 52.830 movilidades (muy por delante de Alemania, Francia, Reino Unido o Italia), posición que sigue manteniendo de manera ininterrumpida desde 2001, y el 2o puesto en envío de estudiantes Erasmus+ de Educación Superior con 44.052 movilidades (solo por detrás de Francia y muy por delante del resto de países del Programa).

Las cinco nacionalidades de los estudiantes de Educación Superior que más vienen a España a realizar una movilidad dentro del programa Erasmus+ es:

–  Procedentes de la Unión Europea: Italia, Alemania, Francia, Reino Unido y Polonia.

–  Procedentes de Europa (no Unión Europea): Serbia, Rusia, Ucrania, Bosnia y Herzegovina, y Armenia.

–  Procedentes de América Latina: México, Cuba, Guatemala, Colombia y Paraguay.

La Agenda 2030 es el horizonte de la convocatoria de becas 2021-22 de la Fundación Carolina, así como para las universidades españolas que acogen a sus becarios y becarias. ¿Cómo contribuye la internacionalización de la educación superior a la consecución de los ODS, y, en definitiva, a la generación de valor social?

La Agenda 2030 recoge el compromiso de 193 países, entre ellos España, que se han comprometido con los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas y su cumplimiento para el año 2030.

Cuando hablamos de internacionalización y Agenda 2030, encontramos que ambos conceptos están íntimamente unidos, ya que se fomenta el desarrollo de varios Objetivos de la Agenda, como el Objetivo 4: “Educación de calidad”, que supone garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos; el Objetivo 8: “Trabajo decente y crecimiento económico”, porque de alguna manera estos programas quieren promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todas las personas; el Objetivo 9: “Industria, innovación e infraestructura”, de alguna forma se fomenta la innovación y la mejora de empleabilidad que contribuirá a enriquecer la industria; y por supuesto, el Objetivo 10: “Reducción de las desigualdades”, que guarda cierta relación con los programas educativos internacionales, ya que el programa Erasmus+ de la Unión Europea es un programa totalmente inclusivo y porque, por supuesto, la formación contribuye a la igualdad de oportunidades, y por tanto, a la reducción de desigualdades.

En resumen, los programas educativos internacionales ayudan a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030, instrumento que persigue la igualdad entre las personas, proteger el planeta y asegurar la prosperidad como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible que no deja a nadie atrás. Es en este sentido donde el nuevo programa Erasmus+ de la Unión Europea para el periodo 2021-2027 cobrará una especial relevancia, ya que con un presupuesto de algo más de 26.000 millones de euros, se persigue llegar a 10 millones de personas en los próximos 7 años a través de un nuevo programa más digital, más inclusivo y más sostenible con el medioambiente.

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