Los últimos años, varios estudios, como este de La Caixa afirman que hay que intensificar la participación de las niñas y mujeres en las áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y que la brecha de género relacionada con estudios científico-tecnológicos continúa representando un problema en la educación universitaria.
Como directora de este Máster en Ciencia de Datos de la UPM, ¿han observado que en los últimos cursos se haya incrementado la presencia de mujeres matriculadas en esta titulación, cuál es el porcentaje de alumnos y alumnas inscritos/as?
El máster en ciencia de datos por la Universidad Politécnica de Madrid es una titulación joven, se está desarrollando actualmente su cuarta edición. La tasa global de matriculación femenina se sitúa en torno al 25% (media ponderada de los cuatro cursos), siendo el desglose por edición del 36.3% para el curso 19/20, 24% para el curso 20/21, 17.6% para el curso 21/22 y de 25% para este curso académico 22/23. Como se ve, ha aumentado en el último curso. El inicio fue prometedor el primer curso que se ofertaron estos estudios, pero no se ha mantenido en el tiempo. De todas formas, reitero que es una titulación joven y que no se deben sacar conclusiones precipitadas con tan pocos datos.
¿Cómo explicaría el ámbito de estudio de la “ciencia de datos”, cuáles son las principales competencias en las que forma al alumnado este título universitario y qué demanda tienen este tipo de perfiles profesionales en el mercado laboral nacional / internacional?
La ciencia de datos se centra en el estudio de la infraestructura y métodos necesarios para transformar los datos en información útil: se trata de describir qué ocurre, qué nos cuentan los datos en un ámbito determinado para entender mejor por qué ocurre, qué factores influyen y como gestionarlos.
El Máster en Ciencia de Datos por la UPM forma a sus estudiantes en aquellas competencias que les capacitan para implementar la adquisición, tratamiento y análisis de los datos con el fin de extraer información que permita entender y mejorar los procesos de los que se han extraído y que, en última instancia, ayude en la toma de decisiones. No se trata solamente de estudiar qué algoritmos o modelos pueden aplicarse sobre los datos sino también de conocer y manejar las plataformas y recursos que facilitan el acceso a los datos y la preparación de estos. Se abordan la tecnología, los modelos, su interpretación y automatización cuando esta sea posible, de forma que el estudiante pueda incorporarse a equipos multidisciplinares para desarrollar o mejorar cualquiera de las etapas de un proyecto de ciencia de datos: desde aspectos más técnicos pasando por detalles en el modelado y algoritmos, hasta la interpretación y comunicación de resultados y sus consecuencias. La ubicuidad de los datos hace que las aplicaciones de estas técnicas sean innumerables; todos los ámbitos de la ciencia se benefician de una aplicación correcta de estos conocimientos.
En cuanto a los perfiles profesionales, tanto en el mercado laboral nacional como internacional, los egresados de estos estudios pueden incorporarse inmediatamente a puestos de analista de datos, científico de datos, ingeniero de datos, etc. Estos perfiles están muy demandados en la actualidad, como puede verse, entre otras fuentes, en este enlace.
El máster se desarrolla enteramente en inglés y atrae a estudiantes extranjeros. Este hecho propicia el que se trabajen intensivamente las competencias relacionadas con la comunicación e interacción en ambientes de trabajo internacionales.
Como sabe la Fundación Repsol y la Fundación Carolina convocan un programa de becas dirigidas exclusivamente a la formación de postgrado de mujeres tituladas superiores en las áreas STEM. Dos de estas becas se destinan a graduadas que quieran estudiar el Máster en Ciencia de Datos de la UPM que usted dirige. ¿Le parecen pertinentes este tipo becas? ¿Dónde, en su opinión, tendríamos que hacer mayor hincapié para que más mujeres opten por estudios STEM y se especialicen vía máster en estas disciplinas?
Cualquier medida que fomente la atracción del talento femenino en los estudios de postgrado no solo es pertinente sino bienvenida. Personalmente, creo que es necesario hacer hincapié en la aplicabilidad que los estudios en las áreas STEM tienen en numerosos campos y la importancia que tienen las tecnologías en la sociedad actual. Como muestra el estudio antes mencionado de LA CAIXA, el rendimiento femenino en estudios de estas áreas es significativamente alto. El valor del talento femenino está ahí, tenemos que terminar de convencer a ese talento de que verdaderamente es así y de que las posibilidades de éxito al emprender este tipo de estudios son muy altas. Por otra parte, es muy importante transmitir a la sociedad, y a las mujeres en particular, que la capacidad para cursar estudios en las áreas STEM y el éxito en las profesiones relacionadas, no tiene que ver con el género. Es importante facilitar que todos, hombres y mujeres, tengan las mismas posibilidades de acceder a todo tipo de estudios, que puedan elegir los estudios que satisfagan sus inquietudes minimizando los condicionantes y las trabas que se interpongan en tal elección.
