Junto a la ministra de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, Arancha González-Laya, y la secretaria de Estado de Asuntos Exteriores y para Iberoamérica y el Caribe, Cristina Gallach, participaron un grupo de especialistas de la academia, y representantes de organismos multilaterales y regionales, financieros y de cooperación.
El objetivo de esta reunión, realizada por videoconferencia y con acceso restringido a especialistas y altos funcionarios/as de gobierno y de organismos regionales, como SEGIB o CEPAL, ha sido la identificación de propuestas para la acción exterior española en el ámbito multilateral en apoyo de los países de ingreso medio y “desarrollo en transición” de América Latina y el Caribe, orientadas a mejorar su acceso a la financiación externa y evitar nuevas crisis de sobreendeudamiento en el contexto de la emergencia sanitaria y los riesgos de retroceso económico y social que plantea la COVID-19.
Tras las intervenciones de apertura de la ministra y de la secretaria de Estado, se realizó un diagnóstico de la situación en América Latina, en el que se describió una región con economías estancadas, bajos indicadores de crecimiento y con un visible retroceso social; situación que se ha agudizado tras la pandemia y que puede dar lugar a un desplome económico y a una grave crisis social, en la que factores como la escasa presión fiscal, la polarización política, la precariedad de los mercados laborales y la inexistencia de sistemas de protección universales, dificultan aún más el escenario. El diagnóstico determinó que, además de hacer frente a la emergencia sanitaria y salvar la economía, es necesario plantear reformas a largo plazo respecto a la formalización del empleo, la definición de nuevos pactos fiscales, el fortalecimiento de las políticas públicas y la legitimidad de las democracias, y la recuperación de la cooperación y la integración regional.
En la reunión fueron presentadas diversas propuestas, como la moratoria temporal de la deuda, la recapitalización de los Bancos de Desarrollo, o la necesidad de reforzar la respuesta del Fondo monetario Internacional. Igualmente se valoró el rol de España y de la Unión Europea para impulsar esas respuestas y facilitar soluciones promoviendo una mayor coordinación y cooperación económica.