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Hablamos con nuestros becarios y becarias que han optado por permanecer en España estudiando #desdesuscasas

Hablamos con nuestros becarios y becarias que han optado por permanecer en España estudiando #desdesuscasas

Desde el inicio de la crisis del coronavirus permanecemos en contacto continuo con nuestros becarios y becarias para aconsejarles seguir las orientaciones establecidas por el Ministerio de Sanidad y las Consejerías de Sanidad de las diferentes Comunidades Autónomas, en función del lugar en el que estudian y residen y también las orientaciones de la institución académica española en la que se encuentra cursando su estancia, para ser informado de cualquier tipo de medida a adoptar, tanto en el plano docente como en materia de prevención.

Aquellos/as que han optado por regresar a sus países de origen han contado con la colaboración activa de la Fundación, dentro de las restricciones y dificultades de movimientos y traslados con las que nos encontramos en esta semanas. Quienes han decidido permanecer en España tienen nuestro apoyo para así hacerlo hasta la vuelta a una situación de normalidad, garantizándoles todas las coberturas necesarias más allá de los plazos originalmente establecidos, cuando los casos así lo exijan.

Intentamos también mantener el contacto a través de las redes sociales y de videoconferencias, estrechando lazos que en estos momentos son tan importantes. Orgullosos al ver  su fortaleza, calidad humana y solidaridad, hemos pedido a algunos que compartan su experiencia en estos días de confinamiento:

 

Luis Ramírez, Costa Rica

Cursar un máster en el extranjero siempre había sido uno de mis sueños. Además de la formación, me interesaba explorar nuevas realidades más allá de mi país. Buscando las opciones para cumplir esta meta me animé a postularme a una beca de la Fundación Carolina, específicamente para estudiar el Máster en Periodismo Multimedia UPV/El Correo, con la grata noticia de haber sido seleccionado. Elegí este programa porque me interesa el periodismo digital pues allí convergen todos los soportes tradicionales, se maximiza su alcance y se democratizan los contenidos. Durante mi estancia he disfrutado al máximo cada día, he adquirido conocimientos que estoy ansioso por replicar de alguna manera en mi país y he hecho amistades que estoy convencido perdurarán. Lamentablemente la crisis sanitaria que atraviesa el mundo interrumpió la rutina académica. En medio de la incertidumbre y la preocupación, mi amigo Pablo Ariza (compañero del máster) y yo no quisimos consumirnos en el letargo, por lo que ideamos un proyecto para contar las historias que surgieran en medio de la cuarentena. Es así como creamos ‘Relatos en tiempos de pandemia’, una web en la que aplicamos parte de los conocimientos que hemos ido adquiriendo recientemente, pero principalmente, nos mantenemos ocupados y activos. Quiero creer que la plataforma puede servir a otras personas para entretenerse, informarse, y por qué no, identificarse con una situación que todos estamos viviendo. He decidido permanecer en España durante la cuarentena, primero por responsabilidad (para evitar propagar el virus) y segundo porque confío plenamente en que tenemos la capacidad de superar este reto. Creo que hasta de las circunstancias más adversas se pueden sacar lecciones y la más importante que he identificado es que somos seres capaces de adaptarnos, podemos ser solidarios y unir fuerzas para combatir un mal común, cada uno desde nuestra trinchera.

 


 

Celeste Armas, Argentina

Actualmente estoy en la Universidad de Extremadura en un Máster de Investigación en Educación. Elegí este máster porque creo que el aula y la investigación son espacios que, juntos, pueden cambiar al mundo, y no lo digo metafóricamente. Cuando comenzó esta crisis sanitaria, intente mantener la tranquilidad confiando en las noticias que emitían las entidades oficiales. Hoy el panorama se complejizó y cada día el mundo entero, no solo España, tiene menos certezas. Como dijo un médico, de los que tanto han hablado en estos días, “estamos aprendiendo de este virus”, y esa fue la declaración más sincera y tranquilizadora que escuché, porque puede que el proceso de aprendizaje sea lento y con dificultades, pero siempre implica un avance hacia algo nuevo y mejor. Elijo quedarme en España, en primer lugar, por el apoyo que recibí de la Fundación Carolina y del cuerpo docente del Máster de la Universidad de Extremadura, me siento cuidada y acompaña por todos. En segundo lugar, por el compromiso que siento con mi formación docente y con la necesidad de aprender a enseñar a futuros formadores. Finalmente, elijo quedarme por este Badajoz con sus murallas que abrazan y “protegen”, por la compañía de mis compañeros y otros becarios que me sostienen cada día virtualmente, y aunque no me conocen de hace tiempo, ya se han vuelto mi familia. Encontré en España un país con buena gente. Además, como dice Luis Alberto Spinetta “deberás crecer sabiendo reír y llorar… y esto será siempre así, quedándote o yéndote”.

 


Fernando Esposito, Chile

Opté por venir a desarrollar mi Post doctorado en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona, UPC, para profundizar y actualizar los conocimientos abordados en mi doctorado, desarrollado en la misma institución, a 9 años de mi defensa de tesis (2011). La investigación propuesta en este momento relaciona mi tesis, escrita mientras era académico en Chile, con las investigaciones desarrolladas posteriormente en Brasil.

Llegué a España el 4 de febrero y hasta antes de esta crisis todo estaba transcurriendo como lo había planeado, participando del  grupo de investigación y con visitas constantes a la universidad. Una vez declarada la crisis, junto a mi esposa, quien también desarrolla una investigación post doctoral, decidimos quedarnos. El motivo de esa decisión fue que teníamos la posibilidad de hacerlo sin comprometer mayormente nuestra situación personal y académica,  siempre optimistas en que saldremos adelante y que más temprano que tarde esta crisis llegará a su fin, por lo menos en su fase más dura.  Segundo, evitar viajar y exponernos a nosotros y al resto. Otro motivo por el cual decidí quedarme fue el intentar mantener, dentro de lo posible, las actividades de investigación, asumiéndolas desde esta contingencia.

Los temas de investigación que trabajo desde el urbanismo y la arquitectura probablemente serán resignificados. Esta crisis me ha hecho insistir con más fuerza sobre aspectos que ya venía reflexionando, como por ejemplo la forma en que nos relacionamos con otros, remirando nuestra realidad de aldea global y reconocernos conectados con el mundo de una forma más real que virtual. Paradojalmente en este momento es esa virtualidad la que nos ayuda a conectarnos con más intensidad que antes de la crisis. Todo lo que hacemos y dejamos de hacer, de una u otra forma tiene un efecto en los otros, en nuestro entorno. Por otro lado, lo que somos como seres  auténticos y únicos se debe también a  esa dimensión de alteridad. Esa relación con lo extraño y diferente no es necesariamente una amenaza, por el contrario, es una construcción personal y colectiva que debemos aprender a recuperar como sociedad y humanidad. Este virus ha puesto en crisis todo aquello. No debemos olvidarnos de esta lección una vez superado este momento difícil. Entender la ciudad significa también repensarla. Momentos como este son una oportunidad no solamente para analizarla desde un punto de vista físico, sino también desde un punto de vista más humano y afectivo. Y eso es vital en este momento, pues la humanidad necesita repensar también sus valores, las bases sobre las que continuaremos habitando este planeta y como continuaremos relacionándonos a nivel global y local. A pesar de todo lo difícil que estamos viviendo, tengo la esperanza de que saldremos fortalecidos y renovados de este desafío.

 

 


Carolina Asimbaya, Ecuador

Hace un año postulé para estudiar el Máster en Automática y Robótica en España. Cuando supe que había sido seleccionada, una mezcla de miedo y alegría me invadió. Sin embargo, decidida y convencida que esta experiencia no solo me enriquecería profesionalmente, sino como persona, tomé mí maleta y me subí a un avión con destino a Madrid. Así es como llegué el 1 de septiembre del 2019, con muchas ganas de aprender a nivel académico y cultural. Estos siete meses se resumen en eso, un constante aprendizaje acompañado de gente maravillosa. Por otra parte, cuando llegó el coronavirus a España, el miedo surgió; ver cómo estanterías completas se quedaban sin alimento y la disposición de la cuarentena fueron cosas que realmente me impactaron.
A pesar de la adversidad, nunca pasó por mi cabeza regresar, ya que mi objetivo es claro, terminar el Máster. Con esta mezcla de sentimientos al extrañar mi hogar y preocuparme por mi familia (más que nunca) he continuado aprendiendo incluso desde mi habitación. Pienso en lo efímera que es la vida, nos estamos dando cuenta que la felicidad viene de cosas simples, de que la solidaridad puede hacer grandes cosas. Todo esto hace que no me arrepienta ni un segundo de haber venido a estudiar a España.

 


José Fernando Enciso, Colombia

Máster Documentos y Libros. Archivos y Bibliotecas. Universidad de Sevilla.

Uno de mis sueños siempre fue vivir la experiencia de estudiar fuera de mi país e intercambiar conocimientos y vivencias con personas de distintas partes del mundo. Cuando me enteré de las becas de la Fundación Carolina me di cuenta que era la oportunidad para cumplir mi sueño; entonces me propuse a llenar mi perfil y luego de aplicar tres veces, recibí una de las mejores noticias de mi vida: “Nos es grato comunicarle que se le ha concedido una beca”. Gracias a esa beca llegué a Sevilla y sigo aquí, viviendo ahora este reto del confinamiento ocasionado por el coronavirus. Justo antes de la primera medida de aislamiento había estado en Granada, visitando la Alhambra, encantado de ese hermoso y majestuoso lugar le envié un video a mis hermanas y mi madre, desde uno de sus palacios, y les decía que soñaba poder estar en ese lugar de nuevo pero con mi familia. Ya en Sevilla y luego de recibir la noticia de suspensión de clases pensé que el confinamiento sería por corto tiempo, aunque tenía algo de tos y no me sentía del todo bien trataba de mantener pensamientos positivos; sin embargo, una noche me desperté en la madrugada, el corazón estaba a mil y en ese momento me di cuenta que no tenía a nadie a quien ir a despertar y con quien hablar, al menos, para que me diera sueño de nuevo. A la mañana siguiente pensé en cuántos compañeros y compañeras becarios estaban como yo, viviendo no solo lejos de casa sino también sin compañeros cercanos que les dieran una mano en un momento de necesidad, entonces decidí escribir un saludo en el grupo de Facebook de becarios y becarias y desde ese día me siento más cerca de ellos y ellas.

Permanezco en España porque tengo la esperanza de que con los esfuerzos que hacemos todos y todas superaremos la pandemia, además, siento que una vez vividos los días de confinamiento también quiero vivir los días de júbilo en las calles cuando todo esto pase, reencontrarme con mis compañeras y compañeros de máster, abrazar a mis compañeras latinas y a los vecinos que he conocido durante la hora de los aplausos. Personalmente, he reafirmado el amor a mi familia en estos momentos y también no hay día en que no piense en aquellos que de pronto ya la perdieron y necesitan de nuestra ayuda, de nuestro abrazo y mensaje alentador. Esta experiencia me ha ayudado a sentir la solidaridad como un valor que debemos inculcar en la humanidad con mayor firmeza, ese individualismo que a veces nos impide pensar en el otro; la otra, es hora de que no exista más, si bien todos estamos viviendo un momento difícil hay quienes lo viven peor porque no tienen si quiera lo necesario para sobrevivir y necesitan que al menos nos unamos a ellos en sus voces de reclamo. Ánimo a todas y todos en estos momentos y ojalá encontremos también en la solidaridad una forma de vencer la pandemia. Mucha fortaleza y traten de reír todos los días, a mí incluso en las madrugadas me ayuda. Abrazos.


 Alejandra Garboza, Perú

El periodismo me ha llevado a vivir experiencias que nunca antes me las había imaginado; si bien aprendí mucho en el camino, la base universitaria ha sido siempre de gran ayuda, por lo que después de algunos años ejerciendo la profesión opté por postular a una beca con el fin de conocer nuevas herramientas, de volver a las aulas para potenciar mis conocimientos. Es por eso que llego a España, un país lejano, si hablamos de distancia, pero muy cercano a Perú si nos referimos a historia. Durante estos casi cinco meses, mi estancia aquí ha sido un constante descubrimiento de todo. Mi experiencia ahora no solo es académica, es cultural, social, económica y hasta política. Antes de la llegada oficial del coronavirus a España mis días estaban siempre muy ocupados, me dio tiempo para salir de Madrid, de conocer más el país y Europa. Sin embargo, el virus detuvo todo, mis planes se quedaron paralizados, como la vida de muchos, pero había que parar para seguir, para que cuando todo vuelva a su lugar, estemos todos. No ha sido fácil, un confinamiento lejos de casa y de los tuyos, no es fácil, hay días buenos y malos, pero aquí sigo, como seguimos muchos, adaptándonos a las clases online, buscando cosas nuevas por hacer, saliendo a los balcones a aplaudir a gente que no es de nuestra nacionalidad, pero que hoy ya la hemos hecho parte nuestra y que seguramente quedará para siempre en nuestras mentes. Nunca esperé que esto sucediera, y es que nunca estamos preparados para que pasan las cosas, aunque digamos que sí, pero es momento de sacarle el lado positivo, hoy creo que cuando todo esto acabe vamos a salir a vivir de verdad, no como lo hacíamos antes, aprenderemos a cuidarnos los unos a los otros, porque finalmente vivimos todos juntos, y hay cosas, como el coronavirus, que no conocen de fronteras, de ideologías, de nada, que no diferencia, simplemente llegan y llegan para todos. Quizá valoremos más los dichosos abrazos y el poder darnos aunque sea un beso. También tendríamos que ser más conscientes de quiénes son los verdaderos héroes y de quiénes estuvieron ahí jugándose su propia vida. No intento idealizar lo que suceda post pandemia, pero espero que esto nos sirva para ser mejores. De mi parte, debo decir que era bonito conocer un nuevo estilo de vida como el que se vive en España, pero hoy me resulta mejor haber conocido a esta España, esa que a pesar de vivir un momento crítico ha sabido poner su mejor cara y ha sabido darle color a la vida de los que no estamos en casa. Saldremos de esta todos juntos, Europeos, españoles y los que hoy hemos sido adoptados por esta patria. Así también lo sabrá hacer el resto del mundo, y claro, Perú también sabrá salir de esta, y a mi regreso, la pandemia será solo parte de la historia.


Ana Peláez, México

Soy Ingeniera Química y decidí venir a España a estudiar un Master en Química Aplicada, buscando un crecimiento profesional, para poder tener más herramientas al momento de resolver los problemas de la industria. 

Durante los primeros meses de mi experiencia de estudiar este master, me tocó hacer uso de muchas de mis herramientas personales para sacar adelante el reto que tenia enfrente, un modelo diferente de la docencia, un nivel académico diferente, me tocó lidiar con que la mayoría de mis compañeros son recién egresados, y yo ya tengo algunos años de acabar mi licenciatura y llevo tiempo trabajando, pero aun así creo que fue y ha sido una experiencia increíble, no solo académicamente, sino llena de crecimiento personal.
Y justo mientras me encontraba en este proceso de crecimiento y adaptación personal, y empezaba a sentir que ya prácticamente lo había logrado, y que de aquí para adelante todo seria mucho más llevadero y era el tiempo de disfrutar más, nos llega esta contingencia sanitaria llamada COVID-19. No voy a negar que de primera instancia lo primero que quise hacer fue regresar a mi casa, pero luego cuando me di un pequeño tiempo de pensar, caí en la cuenta que lo más responsable que podía hacer era quedarme aquí, por mí, por los míos y por toda la gente a la que no conozco pero que mis acciones podrían repercutir en su salud e incluso en su vida.
Estar en casa, no es algo que sea fácil; quien tiene que salir a trabajar cree que es más fácil quedarse, y la realidad es que fácil no lo es para nadie. Estos días en casa me han dado la oportunidad de ver más allá, después de los primeros días de shock y negación empecé a darme cuenta que aun dentro de todo este caos, tenia cosas por las cuales estar agradecida; para empezar el hecho de que mi beca sigue vigente y mi subsistencia no es algo de lo que me tenga que preocupar, después agradecer que tengo compañeras con las cuales compartir y que están al pendiente de mí, luego agradecer que tengo una azotea donde puedo sentir el aire y el sol, y así poco a poco, día a día voy encontrando algo mas por lo que estar agradecida.
Creo que de esta experiencia tenemos mucho que aprender, como seres humanos no estamos acostumbrados a parar, ni siquiera a reducir el ritmo, y este tiempo sin duda nos ha dado esa posibilidad, y es ahí donde si somos un poquito atentos podemos descubrir lo que realmente es importante en la vida. Confío que después de esto la humanidad será diferente, sin embargo lo único que puedo hacer es asegurarme QUE YO SEA ALGUIEN MAS HUMANO, MAS EMPÁTICO Y MAS RESPONSABLE DEL ENTORNO QUE ME RODEA.
#EsteVirusLoParamosUnidos
#YoMeQuedoEnCasa

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