La revista Le Grand Continent publica el artículo “La vía latinoamericana de Europa”, escrito por José Antonio Sanahuja, director de Fundación Carolina. El texto, que se enmarca en la Cumbre que tiene lugar el 17 y 18 de julio en Bruselas entre la Unión Europea y la CELAC, tras 8 años de paréntesis en las relaciones birregionales, aborda los retos de futuro que tienen por delante ambas regiones, la importancia de la recuperación del diálogo político euro-latinoamericano para abordar estos desafíos comunes, y las dificultades actuales para lograrlo, con la incorporación de nuevos actores internacionales con sus propios intereses estratégicos.
El autor esboza, con una amplia perspectiva histórica, 50 años de relaciones que fueron interrumpidas, con responsabilidad compartida a ambos lados del Atlántico, a partir de 2015, y avanza expectativas cautas ante lo que considera que se puede esperar de esta Cumbre, insistiendo en la necesidad de recuperar el diálogo con tres argumentos:
Las relaciones pueden servir para ampliar conjuntamente la autonomía y la resiliencia de ambas regiones ante un mundo incierto y de creciente rivalidad geopolítica, pero aún necesitado de gobernanza, reglas y certidumbre.
Esa asociación puede ser útil para fortalecer la democracia y las sociedades abiertas en un momento, también en ambas regiones, de gran desconfianza ciudadana y ascenso de fuerzas iliberales, autoritarias y de extrema derecha.
La relación birregional debiera definir estrategias novedosas de asociación económica y comercial y de cooperación para relanzar el desarrollo, tras el golpe de la pandemia, con una tripletransición societal: digital, verde y, también, social que tanto la Unión Europea como América Latina han de abordar
Expone, además, el estado actual de las negociaciones en torno al acuerdo comercial UE-MERCOSUR y otros acuerdos bilaterales, como el UE – México, analizando las dificultades y oportunidades que se abren con la evolución política de ambas regiones.
Finalmente, y pese a las modestas expectativas acerca de los resultados que pueden esperarse de esta Cumbre, el autor valora positivamente la recuperación del diálogo birregional, que debiera ser considerado como un punto de partida para avanzar en unas relaciones renovadas, que permitan a ambas regiones enfrentar juntas los retos que plantea este periodo de interregno.