Editoriales

Las tres transiciones: digital, ecológica y socioeconómica.

Las tres transiciones: digital, ecológica y socioeconómica.

 

Los avances del último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), cuyos resultados se hicieron públicos en agosto de 2021, son contundentes al alertar, una vez más, sobre la emergencia climática que estamos atravesando y el impacto de la actividad humana en la aceleración del calentamiento global. Estas nuevas evidencias científicas, además, confirman con más fundamento, si cabe, lo que distintas catástrofes ambientales (incendios, inundaciones, deforestación, olas de calor, etc.) vienen expresando: la magnitud y urgencia de los efectos que el calentamiento global puede tener en nuestro día a día.

Ahora bien, este escenario de emergencia climática a escala global no es el único reto común que debemos afrontar, dado que la pandemia de COVID-19 sigue presente y puede prolongarse muchos meses, pues el proceso de vacunación se está caracterizando por fuertes asimetrías a escala internacional. Los países en desarrollo y en particular en América Latina son los más afectados: la crisis sanitaria es también origen de una crisis de desarrollo más amplia: de acuerdo con CEPAL, con la pandemia América Latina ha retrocedido 20 años en lo que respecta a pobreza extrema. Pero esas asimetrías afectan negativamente, en mayor o menor medida, en todas partes, como problemática de salud pública con repercusiones económicas y sociales de alcance global.  

En paralelo, seguimos viviendo una crisis de globalización acompañada de una transformación tecnológica que algunos denominan como la “cuarta revolución industrial”, asociada a la automatización e intercambio de datos (IA, IoT, 5G, etc.) que ha venido para quedarse, con cambios societales y geopolíticos que no pueden obviarse en ámbitos como el uso de los datos o de los microprocesadores., y costes de ajuste en materia laboral, fiscal o de protección social que hay que afrontar.

Estos cambios no se producen de forma armónica, y se entrecruzan con brechas de desigualdad preexistentes. Uno de los principales retos es gobernarlas democráticamente y buscar salidas transformadoras que respondan a criterios de equidad. Suponen tres transiciones simultáneas – socioeconómica, ecológica, y digital y productiva− que deben llevarse a cabo de forma que nadie quede atrás, y que estén guiadas por un horizonte de cambio más sostenible, inclusivo y justo. La necesidad de esas transiciones ya existía antes, pero la pandemia y sus efectos ha hecho más necesaria, si cabe, una apuesta firme por esta triple transición.

En el caso de la Unión Europea, el Pacto Verde Europeo que asumió la Comisión Von Der Leyen antes de la pandemia marca un programa de cambio integral que tiene presente esa triple transición, y afecta a todos los ámbitos del proceso de integración europeo y a sus relaciones con América Latina. Este programa contará con recursos sin precedentes (750.000 millones de euros) a través del plan de recuperación NextGenerationEU. El 30 % de los fondos se destinarán a luchar contra el cambio climático -el mayor porcentaje en la historia del presupuesto europeo- y un 20% se ha asignado a metas de digitalización. A ello se suma el Fondo de Transición Justa y otros programas de cohesión social. España, por su parte, ha empezado ya a concretar esta agenda de cambio, gracias al “Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia”, con una serie de proyectos palanca para impulsar una salida de la pandemia que sea también una oportunidad para un cambio transformador.

La UE quiere liderar el camino a la descarbonización de las economías, y además de fijar objetivos muy ambiciosos de reducción de emisiones, los está acompañado de una serie de normas legales que permitan materializarlo, en el paquete denominado “Objetivo 55” de abril de 2021. Estas regulaciones obligan igualmente a acomodar, por un lado, las legislaciones nacionales y, por otro, las relaciones exteriores y de cooperación con otros socios, entre ellos, los países de América Latina y el Caribe, generando con ello una diplomacia climática para impulsar estas transiciones mediante alianzas a escala birregional y global.  

Desde la Fundación Carolina ya hemos empezado a aportar nuestro grano de arena a ese proceso, impulsando espacios de reflexión, debate y diálogo, y seguiremos haciéndolo en los próximos meses. En el curso de verano “Las tres transiciones: digital, ecológica y socioeconómica. Visiones desde la Unión Europea y América Latina” que hemos organizado entre el 30 de agosto y el 3 de septiembre de 2021 con la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, auspiciado por el Gobierno de Cantabria, se ha podido abordar esta cuestión desde las perspectivas europea y latinoamericana. Como se señaló en la clausura de las jornadas, tres conceptos clave están asociados a esta triple transición: progreso humano, justicia y cooperación.

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