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Leticia Virosta, becaria del Máster Universitario en Estudios de Género

Leticia Virosta, becaria del Máster Universitario en Estudios de Género

“Si nosotras paramos, se para el mundo”.

Sucede otro 8 de Marzo que nos convoca a todas en huelga feminista. Bajo este mismo lema visibilizamos -a nivel global – las luchas diarias en post de alcanzar la igualdad real de género.

Los desafíos para pensar/nos como feministas pueden diferir en el lugar que nos encontremos, pero las reivindicaciones de reconocimiento de derechos, redistribución y representación son compartidas globalmente.

Como abogada feminista militante trabajo en áreas de DDHH vinculadas a grupos en situación de vulnerabilidad (o de subalternidad) en problemáticas vinculadas a la niñez, personas migrantes, personas con discapacidad desde la transversalidad del género y la interseccionalidad.

Trabajé en la promoción y capacitación en el área de Género en contextos de encierro de la Subsecretaria de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Justicia de la Nación y Derechos Humanos de Argentina.

 Coordiné el Eje de Violencia de Género de la Red de Investigadores en DDHH del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) para la transferencia de conocimiento y perspectiva de género en el desarrollo de políticas públicas- ad honorem-. Junto a un grupo de compañeras tejimos el Núcleo de Estudios Poscoloniales, performances, Identidades Afrodiaspóricas y Feminismos (NUSUR/IDAES/UNSAM), grupo base con el que organizamos desde hace diez años el Congreso de Estudios Poscoloniales y las Jornadas de Feminismo Poscolonial, espacios de feminismos interseccionales. 

Representando a la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación trabajé en casos que involucran graves violaciones a los DDHH de las mujeres como la obstaculización de la práctica del aborto no punible, femicidios y casos de violencia sexual (“amicus curiae”), entre otros.

En el Registro Nacional de Femicidios – creado en el ámbito de la Secretaria de DDHH del Poder Ejecutivo -trabajé junto a un equipo en el relevamiento de datos a nivel nacional desde una perspectiva de género, en pos del acompañamiento a familiares de víctimas de femicidio.

Como mujeres, pienso que existen temas que nos atraviesan globalmente y quiero reflexionar en este día sobre la “cultura de la violación”. En especial, puntualizar en los casos de violencia sexual hacia mujeres y niñas indígenas, ya que se encuentra aún vigente una práctica llamada “chineo” en el Norte Grande de Argentina.

Esta práctica- que analicé en mi trabajo de tesis desde una perspectiva de género e interculturalidad – es la violación colectiva por parte de criollos a mujeres y niñas indígenas. 

A fines de enero de este año 2022 tomó visibilidad el femicidio de una niña de 12 años de la etnia wichi en la provincia de Salta. Este caso también fue “chineo”. Esta aberrante práctica sigue vigente en contextos con altos niveles de desigualdad, discriminación, pobreza y violencia social.

Los casos de “chineo” son una faceta más de la cultura de la violación y constituyen graves violaciones de los Derechos Humanos, por lo que es necesario mostrar cómo afectan de manera diferenciada a mujeres y niñas indígenas por estar atravesadas por la discriminación histórica por su condición de mujeres, indígenas y de pobreza.

 La cultura de la violación es una problemática social y estructural, a la que no se atiende de manera suficiente, ya que hay un alto grado de impunidad por la falta de acceso a la justicia, por procedimientos penales plagados de estereotipos de género, por la revictimización, por la tasa de subregistro, la falta de denuncia, falta de debida diligencia de la prueba en el proceso de investigación y el descreimiento de las víctimas, entre otros factores.

La violencia sexual es una forma de disciplinamiento en el cuerpo de las mujeres (y otres) en tanto visibiliza los valores patriarcales, es estructural y universal, basta mencionar el reciente caso de violación colectiva en Chubut – Argentina – donde el juicio ha sido postergado dos veces y podría quedar impune.

Desde la práctica de la Especialidad de Políticas Públicas e Intervención Social, facilitadas por la Universidad Complutense de Madrid, participo del grupo de investigación SEXVIOL que nació como respuesta a la agresión sexual conocida como el caso “San Fermín 2016”. Este grupo de investigadoras analiza los posibles patrones de impunidad en sentencias absolutorias en casos de violencias sexuales en España, entre otros objetivos.

Cabe mencionar que actualmente en España se encuentra en discusión el anteproyecto de ley orgánica de garantía integral de la libertad sexual, por lo que se lucha para avanzar del aspecto netamente punitivo hacia  medidas concretas de prevención, sensibilización, estadística y derechos de las víctimas.

Tengo la firme convicción de que es necesario seguir luchando para transversalizar la perspectiva de género en todas las instituciones, y así podremos pensar en una concreción real del Objetivo de Desarrollo Sostenible 5 de la Agenda 2030. Para lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas debemos enfrentar las desigualdades sociales, estructurales y culturales por cuestiones de género.

Leticia Irene Virosta

Abogada feminista. Universidad Católica de Santiago del Estero- Sede Académica de Jujuy (Argentina). Magíster en Derechos Humanos de la Universidad Nacional de Lanús y realizó estudios en la  especialidad en Derecho Penal de la Universidad Torcuato Di Tella. Miembro del Núcleo SUR-SUR de estudios poscoloniales, performáticos, identidades afrodispóricas y feminismo.

Becaria de la Fundación Carolina en el Máster en Estudios de Género en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en España.

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