Noticias

Segunda sesión de Tribuna Iberoamericana, con la democracia y los derechos humanos como eje de discusión 

Segunda sesión de Tribuna Iberoamericana, con la democracia y los derechos humanos como eje de discusión 

Resumen

El encuentro se proponía analizar el estado actual de las democracias y sus amenazas, con especial énfasis al auge de las extremas derechas que acompaña al ciclo global de incertidumbre

Este miércoles, 26 de febrero, se ha desarrollado la segunda sesión del ciclo Tribuna Iberoamericana en el Ateneo de Madrid, que ha contado con la ponencia de apertura de Marisa Ramos, docente de Ciencia Política en la Universidad Complutense de Madrid, y un panel de discusión en el que han participado María Alejandra Hernández, investigadora en la Organización de Estados Iberoamericanos; Ofelia Ferrero, técnica de proyectos en la Fundación FABRE; y Fernando Ortuño, estudiante de Filosofía y RRII en la UCM.  

El acto fue presentado por Álvaro García-Mayoral, investigador de la Fundación Carolina, quien realizó un análisis de contexto de la evolución de las democracias latinoamericanas a partir de la superación de las dictaduras del siglo pasado. Álvaro agradeció la nutrida presencia de los y las asistentes, y presentó a las participantes en la sesión.  

Marisa Ramos, especialista en democracias latinoamericanas, fue la encargada de la conferencia de apertura, momento que tiene por objetivo, en el formato de estos encuentros, facilitar una primera fotografía de las problemáticas que se van a abordar en la sesión. En su análisis, señaló el momento delicado en el que se encuentran las democracias en la región, con bajos índices de afección -notablemente en los grupos etarios más jóvenes-, y en general una pérdida de calidad de las democracias que retroalimenta este proceso. En su opinión, hay tres factores que están impulsando este contexto: un cambio en las lógicas de comunicación de masas que impacta en la representatividad que es consustancial a nuestras democracias; la promoción de agentes autocráticos con vocación de desmontar las democracias; y una crisis de desafección democrática en los ciudadanos, que no obtienen respuesta a sus demandas de condiciones de vida favorables. Llamó la atención especialmente al fenómeno de creciente indiferencia: “lo que ha subido más es el porcentaje de indiferentes (28%). A un tercio de la población des da igual democracia-autoritarismos. Los grupos de mayor edad apoyan más la democracia, mientras que los de menor edad son más indiferentes“. 

María Alejandra Hernández comenzó llamando la atención sobre el hecho de que el cuestionamiento a las democracias supere el 65% en América Latina. Un fenómeno que implica avalar el retroceso en materia de políticas de género, libertad de expresión, separación de poderes, políticas de reducción de la pobreza, y que recupera el marco schmittiano de polarización: amigo-enemigo. Como respuesta a este giro hacia posiciones iliberales que comienzan a proliferar en países hasta ahora democráticos, señaló que la OEI invoca a la educación: educación cívica, educación en valores y educación en derechos humanos. En su opinión, la vía para afrontar la crisis de las democracias pasa por el fomento del pensamiento crítico, de los espacios de diálogo y del trabajo interseccional. 

Ofelia Ferrero, por su parte, abordó el fenómeno de creciente judicialización de la política, con procesos vividos en los últimos años en la región de dudosa legitimidad y probable intencionalidad, abiertos contra dirigentes políticos en el cargo. Para ella, si bien tenemos que valorar muy positivamente los contrapesos que establece la separación de poderes, en la medida en que el sistema está diseñado para evitar los abusos de poder, hay un punto de inflexión en el momento en que se utiliza para atacar al contrincante político. Por otra parte, puso en valor el rol de la cooperación internacional en el refuerzo de los sistemas democráticos, y llamó la atención sobre el riesgo en el que se encuentra actualmente, con el desmantelamiento de importantes programas sostenidos con fondos públicos de grandes países donantes. 

Finalmente, Fernando Ortuño quiso apelar al optimismo y reivindicar el papel de los jóvenes en la defensa de las democracias. Fernando señaló la paradoja de que, con base en las principales encuestas de opinión de la región, si bien la población joven defiende una agenda progresista con apoyo a los derechos civiles y sociales, sin embargo esto no se traduce en resultados electorales, sino en el ascenso de las opciones políticas que atacan estos presupuestos. En este sentido, se preguntó si no será tal vez la desafección con respecto a las formas de representación tradicional -partidos políticos y formas de participación política- lo que esté fallando en la ecuación: un cierto desencanto o desencuentro con las formas tradicionales de representación democrática. “Los jóvenes no votan a las formas extremistas por lo que representan, sino porque suponen una impugnación al modelo de representación política vigente”. 

El acto concluyó con un diálogo con los y las asistentes, en el que se profundizaron algunos de los planteamientos expuestos en el panel, y un llamamiento a participar en la próxima sesión, dedicada a analizar la Filosofía y Cultura, y que tendrá lugar el 26 de marzo a las 10:30 en este mismo espacio. 

Sobre Tribuna Iberoamericana 

La Tribuna Iberoamericana: Diálogos Emergentes surge como una iniciativa conjunta entre la Fundación Carolina y la Sección Iberoamericana del Ateneo, que busca crear un espacio que reúna a ambas entidades en una actividad común que promueva la reflexión y el diálogo. 

Esta iniciativa busca impulsar la participación de los jóvenes iberoamericanos en el debate público, fomentando su implicación activa en los desafíos políticos, sociales y culturales que enfrenta la región. Además, la actividad representa una oportunidad para que ambas instituciones refuercen su compromiso con la formación de las nuevas generaciones como agentes de cambio en sus sociedades. 

A través de la Tribuna Iberoamericana, se promoverá un diálogo intergeneracional y multicultural que facilite el intercambio de ideas entre jóvenes de distintos países de Iberoamérica, ayudándoles a analizar las dinámicas políticas y culturales de la región desde una perspectiva crítica y global. Este enfoque enriquecerá la experiencia formativa de los jóvenes y contribuirá a la creación de redes de colaboración entre jóvenes iberoamericanos, favoreciendo el desarrollo de proyectos conjuntos que refuercen la integración cultural y el compromiso con el desarrollo sostenible en Iberoamérica. 

Tribuna Iberoamericana · Democracia y Derechos Humanos

Comparte:

Facebook
Twitter
LinkedIn
Email